Por segunda vez en menos de tres meses representantes de la organización no gubernamental viajarán a las islas del Caribe Neerlandés, para debatir la situación de la migración venezolana con las autoridades locales
“El que calla otorga”. En el gobierno de Curazao parece que han escuchado este refrán popular, pues han optado por dejar a un lado su política de ignorar las denuncias que organizaciones internacionales de Derechos Humanos vienen realizando, sobre el trato que los migrantes venezolanos reciben en su territorio; y han elegido iniciar un diálogo con dichas agrupaciones.
Al menos ese es el sabor de boca que deja la decisión del primer ministro de la isla, Gilmar Pisas, de reunirse esta semana con una delegación de Amnistía Internacional que viajará desde La Haya (Países Bajos), para continuar analizando a la situación en el terreno.
El encuentro entre la máxima autoridad del gobierno de Willemstad y la representación de Amnistía Internacional, la cual estará encabezada por Dagmar Oudshoorn, directora del capítulo neerlandés de la agrupación, y la investigadora Yara Boff Tonella, responsable del informe “Sin seguridad todavía: Niegan protección a personas venezolanas en Curazao”, fue anunciado por la propia organización en un comunicado de prensa.
En febrero pasado, Pisas se reunión con la nueva ministra del Interior y Relaciones con el Reino, Alexandra van Huffelen, a quien le aseguró que su administración ya estaba aplicando las recomendaciones hechas por organizaciones como Amnistía.
“Tenemos mucha curiosidad de conocer cuáles son las recomendaciones de nuestro informe que Curazao ya está siguiendo, y nos complace poder debatir cómo se pueden proteger mejor los derechos de los refugiados venezolanos (…) Esperamos que la cooperación renovada conduzca a una política de acogida más humana”, dijo Oudshoorn.
En diciembre la misma delegación visitó Curazao para hacerle seguimiento a la situación de los migrantes y determinar el grado de cumplimiento de las recomendaciones formuladas en su reporte, el segundo en menos de tres años que elabora la agrupación sobre el tema. En esa ocasión Pisas no las recibió.
“Queremos continuar nuestras conversaciones con las autoridades y con las ONG, pero sobre todo iniciar un diálogo con el premier Pisas”, agregó Boff Tonella en conversación con Crónicas del Caribe.
El trato dado por las autoridades policiales a los inmigrantes niños y adolescentes, así como las fallas detectadas en el Procedimiento de Protección para Refugiados que Curazao aprobó en 2019, son algunos de los asuntos que la representación de Amnistía desea abordar con Pisas.
Agenda apretada
Pero las representantes de Amnistía no solo esperan reunirse con el Jefe del gobierno curazoleño, sino también con la gobernadora Lucille George-Wout, con miembros del Parlamento y de las organizaciones locales.
Asimismo, el miércoles 16 tienen previsto viajar a Aruba para mantener contactos con sectores de esta otra isla del Caribe Neerlandés. Esta nueva gira está prevista que continúe hasta el día 19.
Por último, Boff Tonella también reveló que han solicitado a las autoridades de Willemstad que les autoricen a visitar los centros de detención de migrantes, para verificar sus condiciones.
En el reporte denunciaron que en dichas instalaciones reinaba el hacinamiento, la insalubridad y los malos tratos por parte de los agentes encargados de la seguridad.