Desde hace años, la policía dominicana y la agencia antidrogas de los Estados Unidos (DEA, por su siglas en inglés), han lidiado y seguido de cerca las actividades del narcotraficante Fulvio Silvestre Moya Hernández, cuya notoriedad delictiva inició tiempo atrás, cuando personal de la Dirección Central Antinarcóticos (DICAN) de República Dominicana, allanó en el año 2011 un apartamento de su propiedad, ubicado en la Torre Mireya Tower, en el sector Vergel, de Santo Domingo, donde ubicaron marihuana y cocaína, así como armas de fuego de alta potencia, incluidas escopetas, pistolas y municiones de diversos calibres, además de utensilios para procesar drogas, lujosos vehículos todo terreno y otras evidencias.
Entonces, el operativo fue realizado en el apartamento 12-A de la referida torre, por personal de la DICAN en compañía de representantes del Ministerio Público dominicano, asignados a esa dirección policial, en busca de apresar, para fines de investigación, a Moya, quien en esa oportunidad permanecía prófugo de la justicia, al igual que en ocasiones posteriores.
También fueron incautados numerosos teléfonos celulares, tarjetas de diferentes bancos, pasaportes, talonarios de bancos, computadoras e implementos policiales, como esposas.
Con el paso del tiempo, Fulvio Moya, quien posee propiedades y negocios en la ciudad y municipio de Pimentel, provincia dominicana de Duarte, se ha convertido en uno de los más peligrosos narcotraficantes de República Dominicana, en donde Moya Hernández ha manejado estaciones de servicio, bares y fincas.