Adriana Martínez Rodríguez es una empresaria colombiana que ha sido señalada como testaferro de Alex Saab Morán y Álvaro Enrique Pulido Vargas, dos polémicos empresarios colombianos que han tenido una estrecha relación con el Gobierno venezolano en la era del chavismo y que han sido acusados de lavado de dinero y corrupción por la justicia de Estados Unidos. El nombre de Martínez Rodríguez ha aparecido en varios negocios con Venezuela que involucran a Saab y Pulido, quienes han sido beneficiados con millonarios contratos con el Gobierno venezolano para proveer alimentos, medicinas y materiales de construcción.La trayectoria de Martínez Rodríguez como testaferro se remonta al año 2011, cuando empezó a figurar como representante legal de una empresa que obtuvo un contrato para construir casas subsidiadas, el Fondo Global de Construcción, una entidad privada creada por Saab y Pulido para obtener provecho económico gracias a la emergencia habitacional en Venezuela. Desde entonces, Martínez Rodríguez ha participado en otras operaciones con Venezuela a través de sus empresas Vram Holding S.A. y Expel Management SAS, que han recibido anticipos y avances por parte de empresas vinculadas a Saab y Pulido.
La situación legal de Martínez Rodríguez se ha complicado desde que Saab fue detenido en Cabo Verde y extraditado a Estados Unidos, donde enfrenta un juicio por lavado de dinero y corrupción. La justicia estadounidense la considera una “persona de alto interés” dentro del caso Saab y Pulido y la incluye en el organigrama de Saab junto con otros colombianos más. Además, la Superintendencia de Sociedades de Colombia inició una investigación contra sus empresas ante graves sospechas. Martínez Rodríguez, por su parte, intenta negar las acusaciones en su contra, asegurando, aunque con argumentos no muy convincentes, que sus negocios con Venezuela han sido “transparentes” y “legales”.
Los inicios
Adriana Martínez Rodríguez empezó a aparecer en los negocios de Alex Saab y Álvaro Pulido Vargas desde 2011, cuando el Gobierno venezolano les otorgó el contrato para construir casas subsidiadas con el Fondo Global de Construcción. El contrato fue por 20 millones de dólares y se estimaba que se construirían unas 25 mil viviendas.
Martínez Rodríguez asumió el control de esa empresa en Colombia, cambiándole el nombre por Expel Management SAS, y tramitó un permiso en el Ministerio de Transporte de Colombia para el movimiento de carga pesada. Eso ocurrió en 2014, cuando Saab ya estaba bajo la lupa de la DEA por sus negocios con el Gobierno venezolano. Hasta el presente, quedan muchas dudas sobre la contabilidad de la empresaria y los negocios que hizo con Saab mientras estuvo en la empresa.
Adriana Martínez Rodríguez … by Presents 360
Martínez Rodríguez también ha tenido una relación personal con Pulido, de quien ha sido pareja sentimental. Incluso, en redes sociales la señalan como el supuesto eslabón para llegar a cargamentos de oro que han salido subrepticiamente desde Venezuela, como parte de pago de los servicios prestados por Alex Saab y su socio para el Gobierno de Caracas. Sin embargo, Martínez ha negado tener vínculos con ese negocio y ha dicho que su relación con Pulido terminó hace varios años.
Los nexos con Suvinca y Good Central
Adriana Martínez Rodríguez amplió sus negocios con Venezuela a través de su empresa Vram Holding S.A., que suscribió en 2013 un contrato con Suministros Venezolanos Industriales CA (Suvinca), una empresa estatal ligada al Ministerio de Comercio del Gobierno de Maduro, para el suministro de material usado en la construcción de un polideportivo ubicado en el estado Vargas. El contrato fue por 20 millones de dólares y para sellarlo, Martínez Rodríguez amplió el objeto de su empresa, le inyectó capital y le extendió un poder al venezolano Adrián Antonio Perdomo.
Perdomo era un exejecutivo bancario y exasesor en Venezuela para la tramitación de divisas preferenciales otorgadas por la extinta Comisión Nacional de Administración de Divisas (Cadivi). Adrián Perdomo se convirtió en uno de los operadores financieros de Saab y Pulido en Venezuela. En 2019, fue sancionado por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos como gerente de la Compañía General de Minería de Venezuela (Minerven), una entidad señalada de estar involucrada en el comercio ilegal de oro con el Gobierno de Caracas.
Otro nexo que vincula a Martínez Rodríguez con Saab y Pulido es Good Central Hong Kong Limited, una empresa creada en Hong Kong por Emanuel Enrique Rubio González, hijo mayor de Pulido, que aparece como directivo de Group Grand Limited, una de las empresas que sirvió para mover el dinero que Estados Unidos rastrea. Según la Superintendencia de Sociedades de Colombia, Vram Holding no explicó ni soportó anticipos y avances por valor de 818 millones de pesos, recibidos de Good Central Hong Kong, “desconociendo su origen y razonabilidad”. Y también figuran cuentas por pagar a esa empresa asiática; y un giro de 1.500 millones de pesos de la empresa localizada en Cota, Cundinamarca (Colombia) a Vram Holding (Panamá), que no pudo ser validado en su momento.
El interés de la DEA
Martínez Rodríguez despertó el interés de la justicia de Estados Unidos por sus nexos con Alex Saab y Álvaro Pulido Vargas, el primero procesado y el segundo pedido en extradición por la justicia estadounidense por lavado de dinero y corrupción. Por información que conduzca a la captura de Pulido, Estados Unidos ofreció una recompensa de $10.000.000. Ambos empresarios colombianos son acusados de estar detrás de una gigantesca operación de lavado vinculada al Gobierno de Maduro por cientos de millones de dólares.
Agentes de la DEA le dijeron al diario colombiano El Tiempo que “la bogotana Adriana Martínez es persona de alto interés dentro del caso Saab y Pulido” y que aparece en el organigrama de Saab con otros cuatro colombianos más. Ellos son: Álvaro Pulido, Miguel Alberto Perilla Gómez, Iván Caballero Ferreira y Luis Sánchez Yánez.
Además, la Superintendencia de Sociedades inició una investigación contra las empresas de Martínez Rodríguez por sospecha de soborno. Las alarmas se prendieron por un giro a Panamá y la construcción del polideportivo en Venezuela, mediante contrato en 2013 con Suvinca.
La defensa
Adriana Martínez Rodríguez ha intentado desvirtuar las acusaciones en su contra con una serie de argumentos poco convincentes. En declaraciones a El Tiempo, aseguró que tanto Vram Holding como Expel Management han realizado todas sus actuaciones de manera transparente y legal. Sin embargo, no explicó por qué sus empresas recibieron y giraron millones de pesos sin justificación ni soporte.
También admitió que la Superintendencia de Sociedades inició una investigación contra sus empresas por sospecha de soborno, pero que se concluyó que sus operaciones se ciñen a la ley. No obstante, ha omitido mencionar que podría enfrentar cargos penales si se comprueba su participación en el lavado de dinero y la corrupción.
Asimismo, se quejó de que haya sido censurada por haber ejecutado negocios con Venezuela, pero no pudo negar su relación con Álvaro Pulido, quien fue su pareja sentimental y socio en varias empresas vinculadas a Alex Saab y al Gobierno de Caracas. Tampoco pudo desmentir su conexión con Good Central Hong Kong, una empresa creada por el hijo de Pulido que se benefició con ingresos por millones de dólares del Gobierno venezolano.
Más dudas
El caso de Adriana Martínez Rodríguez revela la compleja red de empresas y personas que se han beneficiado de los negocios ilícitos con el Gobierno venezolano. Su presunta participación en el lavado de dinero y la corrupción la pone en la mira de la justicia de Estados Unidos, que ya ha procesado y pedido en extradición a sus socios Alex Saab y Álvaro Pulido.
Saab se encuentra preso en Estados Unidos desde octubre de 2021, luego de ser extraditado desde Cabo Verde, donde fue detenido en junio de 2020. Pulido fue capturado en Venezuela en abril de 2023, acusado por el mismo Gobierno de Maduro de estafar a Pdvsa con la venta de petróleo, en el caso conocido como “Pdvsa-Cripto”. Ambos enfrentan cargos por lavado de dinero y corrupción por cientos y quizás miles de millones de dólares.
¿Qué pasará con Martínez Rodríguez? ¿Hay alguna orden o solicitud formal de extradición o cooperación judicial contra ella por parte de Estados Unidos o de Colombia? ¿Dónde se encuentra actualmente y qué está haciendo para defenderse? ¿Atesora Martínez Rodríguez parte de la riqueza de Alex Saab y Álvaro Pulido? ¿Qué impacto tendrá este caso en las relaciones entre Venezuela y Colombia, así como en la lucha contra el lavado de dinero y la corrupción internacional? Estas son algunas preguntas que quedan abiertas y que esperan una respuesta pronta y contundente.
En un intento por limpiar su imagen, Martínez Rodríguez ha enviado a algunos medios de comunicación documentos que supuestamente demostrarían que no está siendo investigada por la justicia colombiana. Entre ellos se encuentran una respuesta de la Fiscalía de Colombia a un derecho de petición. Sin embargo, estos documentos no son concluyentes ni desvirtúan las evidencias que la vinculan con Saab y Pulido. Por el contrario, podrían ser usados en su contra si se comprueba que que fueron obtenidos mediante presiones o sobornos.