El Observador Latino fue una página web de noticias, según se promocionaba, «para toda Latinoamérica», lanzada en 2021 por el conglomerado de Empresas 1BC, propietario de RCTV. Sin embargo, la página web no tuvo éxito y fue cerrada en 2023, junto con sus cuentas en redes sociales. ¿Qué había detrás de este proyecto mediático? ¿Qué intereses se movían en sus contenidos? ¿Qué papel jugó su director editorial, Sergio Monsalve, en las operaciones de El Observador Latino?
Un sitio web al servicio de Guaidó y sus aliados
El Observador Latino pretendía ser la versión en internet de El Observador, el tradicional noticiero que durante años transmitió RCTV. Sin embargo, lejos de informar con objetividad y veracidad, el sitio web se dedicaba a cubrir muy de cerca las actividades del mal llamado gobierno interino de Juan Guaidó y de su mentor Leopoldo López. ¿Era acaso otro de los sitios web financiados por el «gobierno interino»? ¿Estaba también El Observador Latino al servicio de los empresarios Carlos Dorado y Raúl Gorrín?
Carlos Dorado es el dueño de la casa de cambio Italcambio y del banco Italbank, los cuales fueron los principales patrocinantes de El Observador Latino. Dorado es alguien con intereses comerciales en su natal España, país que también ha cobijado a López. Italcambio y el banco Italbank fueron, durante años, patrocinantes de RCTV y sus distintos programas. Gorrín ha sido señalado de ser financista de Leopoldo López, a quien apoyó económicamente en sus intentos golpista. Gorrín es un empresario vinculado al «gobierno interino», acusado de corrupción y lavado de dinero.
Un director editorial que difundía datos privados y desplegaba campañas de descrédito
Sergio Monsalve era el director editorial de El Observador Latino. Además, es pesidente del Círculo de Críticos Cinematográficos de Caracas. Sin embargo, su labor periodística dejaba mucho que desear. Monsalve utilizaba el sitio web para difundir datos privados de terceras personas y desplegar campañas de descrédito contra determinados individuos, por órdenes de los patrocinantes del sitio web. Las campañas se basaban en algunos casos en espionaje y seguimientos ilegales.
Monsalve no tenía escrúpulos a la hora de violar la intimidad y la reputación de sus víctimas, con tal de complacer a sus jefes y a sus intereses políticos y económicos. Monsalve se prestaba para ser un instrumento de manipulación mediática, sin respetar los principios éticos del periodismo.
El cierre repentino del sitio web y el destino de sus responsables
El Observador Latino fue cerrado de la noche a la mañana, casualmente unos meses después de la caída del «gobierno interino» de Guaidó. ¿Qué motivó este cierre? ¿Fue acaso una decisión estratégica del conglomerado de Empresas 1BC? ¿O fue una consecuencia de la falta de financiamiento por parte de los patrocinantes?
Lo cierto es que el cierre del sitio web dejó en evidencia el fracaso del proyecto mediático y la falta de credibilidad y profesionalismo de sus responsables. El Observador Latino se sumó así a la lista de negocios fallidos del conglomerado de Empresas 1BC, que ha sufrido una crisis de rentabilidad desde la suspensión en Venezuela de las transmisiones del canal de televisión RCTV en 2007, y de RCTV Internacional Televisión en 2010.
Carlos Eduardo Granier, hijo del líder de 1BC, Marcel Granier, y uno de los capitanes del sitio web junto con otros miembros de la familia Granier, seguramente siga buscando negocios alternativos para mantener a flote el imperio mediático familiar. Entre esos proyectos han estado RCTV Producciones, creada en 2013 para producir contenidos para televisión y plataformas de streaming, y ZUT TV, un canal de videos musicales lanzado en 2020 y cerrado a finales de 2021. Otro de la familia, Jorge Granier, fue el fundador – en 2020- de El American, otro proyecto editorial web para el que recaudaron más fondos que el éxito logrado.
Sergio Monsalve, por su parte, se dedica a reportar en sus redes sociales sobre temas cinematográficos, en algunos casos para canales como Globovisión. Sin embargo, su reputación como periodista ha quedado manchada por su participación en El Observador Latino y sus campañas de desprestigio.