La isla caribeña de Aruba, que forma parte del Reino de los Países Bajos, ha firmado recientemente un contrato con la empresa española ACCIONA Energía, dedicada al desarrollo de proyectos de energía renovable. El objetivo del contrato es la instalación de una planta generadora de energía a base de hidrógeno, que se ubicaría en las antiguas instalaciones de la Refinería Valero, que lleva años sin operar.
Sin embargo, este contrato ha generado muchas dudas y críticas, tanto por la situación financiera de la empresa española, que ha sufrido pérdidas millonarias en los últimos años, como por la falta de transparencia y el posible interés personal del ministro de Trabajo, Energía e Integración de Aruba, Glenbert Croes, quien ha sido el principal impulsor del acuerdo.
¿Qué implica el contrato con Aruba?
El contrato con Aruba tiene como propósito la instalación de una planta generadora de energía a base de hidrógeno, que se alimentaría del gas natural licuado (GNL) que llegará a la isla a través de un proyecto liderado por la empresa estadounidense Eagle LNG. La planta se ubicaría en las antiguas instalaciones de la Refinería Valero, que tiene una ubicación privilegiada en una zona estratégica de Aruba con vista al mar, su propio conjunto de casas y su muelle.
El ministro Glenbert Croes ha defendido el contrato como una oportunidad para avanzar hacia una matriz energética más limpia y sostenible, que reduzca las emisiones de CO2 y la dependencia del petróleo. Además, ha asegurado que el proyecto generará empleo y beneficios económicos para Aruba.
Sin embargo, el contrato también ha suscitado muchas dudas y críticas por parte de algunos sectores. Algunas de las cuestiones que se plantean son:
• ¿Cómo es posible que una empresa que está en números rojos sea el mejor socio para desarrollar una iniciativa de estas características en Aruba?
• ¿Qué garantías hay de que el proyecto se ejecute con calidad y cumpliendo los plazos establecidos?
• ¿Qué beneficios reales tendrá el proyecto para los ciudadanos de Aruba, especialmente en lo que respecta a la reducción del precio del agua y la electricidad?
• ¿Qué estudios técnicos y ambientales se han realizado para evaluar el impacto del proyecto en la isla?
• ¿Qué nivel de transparencia y participación ciudadana se ha garantizado en el proceso de negociación y adjudicación del contrato?
• ¿Qué intereses personales o políticos puede tener el ministro Glenbert Croes en impulsar este contrato?
El ministro Glenbert Croes, quien pertenece al partido gobernante MEP, ha sido el principal impulsor del contrato con ACCIONA Energía. Sin embargo, no es la primera vez que el ministro se ve involucrado en proyectos energéticos polémicos.
Durante los primeros años del gobierno de Evelyn Wever-Croes, el ministro fue uno de los principales defensores de la reactivación de la Refinería Valero, que estuvo bajo el control de la petrolera venezolana CITGO, propiedad del Estado venezolano. Sin embargo, el proyecto fracasó por la falta de inversores y las condiciones adversas, y CITGO desistió de continuar con el mismo.
El objetivo del proyecto es impulsar la independencia energética y la descarbonización del país, que se ha propuesto alcanzar el 100% de renovables en 2050.
El acuerdo contempla el desarrollo, la construcción y la operación de una planta de hidrógeno verde que se alimentaría de un proyecto de autoconsumo renovable. La electricidad producida por este proyecto se utilizaría para generar hidrógeno mediante un proceso de electrólisis y el excedente se inyectaría en la red eléctrica local, reduciendo así la dependencia de los combustibles fósiles importados.
La planta de hidrógeno verde se ubicará en terrenos que actualmente son propiedad de la empresa de refinación estatal Refineria di Aruba N.V. El agua necesaria para el proceso de electrólisis sería suministrada por WEB Aruba N.V., mientras que ELMAR N.V. se encargaría de la gestión de la distribución y transmisión de energía a través de la red.
Estrepitosa caída bursátil
Pero ACCIONA Energía es también la compañía que más cae en lo que va de año en el Ibex 35, el principal índice bursátil español. Su cotización está por debajo del precio al que salió al mercado en julio, con una caída acumulada del 30%. Los analistas han ido rebajando sus estimaciones sobre sus resultados y su crecimiento futuro, debido al impacto negativo de los bajos precios de la electricidad y los cambios regulatorios en España.
La crisis energética que ha afectado al sector eléctrico en los últimos dos años parece haber tocado a su fin. Esto supone un cambio de paradigma para las empresas que se dedican a la generación y comercialización de electricidad, especialmente las que apuestan por las energías renovables. Una de ellas es Acciona Energía, la compañía dirigida por Rafael Mateo, que ha visto cómo sus resultados se han desplomado en el primer semestre de 2023.
El año 2023 no está siendo favorable para las empresas españolas dedicadas a las energías renovables. Sus acciones han sufrido fuertes caídas en el mercado, afectadas por diversos factores como el aumento de los tipos de interés, la bajada del precio de la electricidad y la competencia de otros sectores. Entre las más perjudicadas se encuentran Acciona Energía y su matriz, Acciona, que lideran el ranking de los valores más bajistas del Ibex 35.
Acciona Energía, la filial de renovables de Acciona, cotiza en mínimos no vistos desde febrero de 2022. Desde que comenzó el año, ha perdido un 25,6% de su capitalización bursátil, pasando de casi 11.900 millones de euros a 8.883 millones. Esto supone una pérdida de valor de 3.017 millones de euros en apenas ocho meses. La compañía presentó el 27 de julio sus resultados del primer semestre, en el que obtuvo un beneficio neto de 405 millones de euros, un 3,9% más que en el mismo periodo de 2022, pero ligeramente por debajo de lo esperado por los analistas.
Otra empresa puramente verde que ha sufrido en bolsa es Solaria, que ha retrocedido un 21,1% en lo que llevamos de año. Su valor bursátil ha pasado de 2.140 millones de euros a 1.690 millones, lo que implica una caída de 450 millones. Solaria es el tercer valor más bajista del índice de referencia de la bolsa española, solo superado por Acciona Energía y por su propia matriz, Acciona. Esta última ha visto reducir su capitalización en un 23,6%, situándose en los niveles más bajos desde noviembre de 2022.
Un negocio en caída libre
Acciona Energía ha presentado hace unos días su balance financiero correspondiente a los primeros seis meses del año. Los datos no son nada halagüeños: su cifra de negocio ha caído un 20% y su ebitda se ha hundido un 24%. ¿La razón? La bajada de los precios mayoristas de la electricidad en los mercados en los que opera.
España es el principal mercado de Acciona Energía, donde representa el 63% de su negocio. En España, la compañía ha facturado 569 M€, lo que supone un descenso del 31%. Lo más preocupante es que este retroceso no se debe a una menor producción de energía, que apenas ha bajado un 2%, sino al precio que determina el mercado. En el primer semestre de 2022, Acciona Energía capturaba precios mayoristas a 169 €/MWh, mientras que en el mismo periodo de 2023 estos han caído hasta 112 €/MWh.
Un problema global
La situación no es exclusiva de España, sino que afecta a la mayoría de los mercados en los que está presente Acciona Energía. Así, en Estados Unidos y Chile, dos de sus principales apuestas internacionales, el negocio también ha caído un 8%. Se trata de un problema estructural que tiene que ver con la implantación masiva de las energías renovables.
Muchos expertos energéticos plantean desde hace tiempo interrogantes sobre la rentabilidad del negocio renovable a largo plazo. El razonamiento es sencillo: si las renovables tienen unos costes cada vez más bajos, al no depender de combustibles fósiles para generar electricidad, ¿Cómo justificar que sus precios sean altos?
La respuesta es que no se puede. La entrada masiva de energía verde en el mix energético provocará que los precios mayoristas bajen en los próximos años. Por lo tanto, los productores de energía renovable cobrarán menos por la misma energía producida. La clave está en saber hasta dónde bajarán esos precios para que los negocios sigan siendo rentables.
Los desafíos de Acciona Energía
Ante este panorama, muchas compañías han optado por desinvertir o vender parte de su potencia instalada (MW). Empiezan a dudar de que acumular MW de manera masiva pueda generar caja. Acciona Energía, sin embargo, mantiene su objetivo de alcanzar los 20 GW en 2025. Para ello, tiene previsto construir 1,8 GW de nueva capacidad en 2023 y 2 GW por año en 2024 y 2025.
Pero este plan no está exento de dificultades. Un reciente informe de JP Morgan advierte de varios problemas que puede encontrar Acciona Energía en sus proyectos y mercados. Entre ellos, destaca un parón en los proyectos solares en España y «retrasos» en planes similares en EEUU.
De hecho, entre 2021 y 2022 no se implementó ni un solo MW renovable en suelo norteamericano. Por eso, la compañía está negociando la adquisición de una cartera fotovoltaica en EEUU que suma 2 GW en total. Sin embargo, todavía no se ha cerrado el acuerdo.
En Chile, otro mercado clave para Acciona Energía -con casi 1 GW de capacidad instalada-, el problema viene por el lado de las redes. El director general de Acciona Energía para Sudamérica, Miguel Arrarás, ha comentado que «Chile tiene un déficit enorme de infraestructura de evacuación, que hace que Chile esté desperdiciando energía limpia y teniendo que seguir produciéndola con combustibles fósiles».
A esto se suman los «desafíos políticos» en México, donde el presidente López Obrador está impulsando una «nacionalización» del sector energético. Uno de sus últimos movimientos ha sido la compra del 55% del negocio de Iberdrola en México por 6.000 millones de dólares.
Acciona Energía, fuera del índice Stoxx 600
El próximo 18 de septiembre se producirá un cambio importante en la composición del índice paneuropeo Stoxx 600, que agrupa a las 600 empresas más grandes y líquidas de Europa. Cinco compañías dejarán de formar parte de este selectivo y otras cinco entrarán a ocupar su lugar. Entre las que saldrán se encuentra Acciona Energía (ANE), la empresa de renovables.
La exclusión de Acciona Energía del Stoxx 600 supone un duro golpe para su cotización, ya que implica la salida de los fondos que replican este índice y que tienen una gran influencia en el mercado. Según el diario Expansión, que recogía la lista comunicada por la entidad gestora, Acciona Energía es una de las cinco empresas que abandonarán el Stoxx 600.
Junto a Acciona Energía, otras cuatro empresas europeas serán expulsadas del índice Stoxx 600. Se trata de Telefonica Deutschland, la filial alemana de Telefónica (TEF); Bavarian Nordic, Alk-Abello, una empresa farmacéutica también danesa; y Close Brothers, un banco de inversión británico.
Por el contrario, cinco empresas se beneficiarán de su entrada en el índice Stoxx 600 y verán aumentar su demanda por parte de los inversores. Son las siguientes: Accelleron Industries, Buzzi, CD Project, Teamviewer y Hochtief, filial de ACS.
La salida de Acciona Energía del Stoxx 600 es un nuevo revés para la empresa de renovables. La exclusión del índice paneuropeo podría agravar aún más su situación bursátil.
Un futuro incierto
Acciona Energía afronta, por tanto, un futuro incierto. Su negocio se resiente por la caída de los precios de la electricidad y por las dificultades que encuentra en sus mercados y proyectos. La compañía confía en su estrategia de crecimiento y diversificación, pero tendrá que demostrar que es capaz de adaptarse al nuevo escenario energético y de generar valor para sus accionistas. De lo contrario, podría verse abocada a una crisis mayor.
En conclusión, el contrato firmado entre Aruba y la empresa española ACCIONA Energía para desarrollar un proyecto de hidrógeno verde genera serias dudas. El grave deterioro financiero de ACCIONA Energía, reflejado en sus abultadas pérdidas y en su desplome bursátil, pone en riesgo la viabilidad del proyecto. Además, la falta de transparencia y las sospechas sobre los intereses personales del ministro Glenbert Croes socavan la legitimidad del acuerdo. Sería recomendable que el gobierno arubeño reconsiderase la adjudicación a una empresa en crisis como ACCIONA Energía y abriera un proceso competitivo con garantías de equidad y beneficio para la población. La descarbonización de Aruba es un objetivo loable, pero no puede lograrse a cualquier precio ni bajo sombra de intereses de terceros, distintos a los intereses del pueblo de Aruba. Se requiere prudencia, visión de largo plazo y decencia en la gestión de lo público.
Por Eva Cordero | Opinión
expresa.se