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Benito Alfonso Robles Herrera es un exfuncionario y empresario boliburgués venezolano que ha estado involucrado en varios escándalos de corrupción, lavado de dinero y negocios turbios con el chavismo. Sin embargo, ahora se ha convertido en uno de los principales aportantes económicos a la campaña de María Corina Machado, precandidata presidencial por la oposición.

Un pasado oscuro al servicio del chavismo

Robles fue secretario general de gobierno del estado Vargas, hoy conocido como La Guaira, durante los dos períodos del gobernador Antonio Rodríguez San Juan (2000 – 2008), quien llegó al cargo con el apoyo de Hugo Chávez. Robles, al igual que Rodríguez San Juan, es un oficial retirado de la Fuerza Armada venezolana. En varias ocasiones, Robles asumió como gobernador encargado del estado Vargas, en ausencia de Rodríguez San Juan.

Antonio Rodríguez San Juan

Durante su gestión como secretario general de gobierno, Robles fue señalado de estar detrás de numerosas irregularidades y actos de corrupción. Se le acusó de tener vínculos con el grupo económico del fallecido magnate Carlos Parmigiani, un empresario de la construcción que recibió múltiples obras otorgadas por la gobernación de Vargas y por Corpovargas, algunas relacionadas con la reconstrucción del estado luego de los deslaves de 1999.

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Robles también fue uno de los salpicados por el caso del “Valijagate”, el escándalo que estalló en Argentina en 2007, cuando el empresario venezolano Guido Antonini Wilson fue detenido con una maleta con casi 800.000 dólares, no declarados, que supuestamente iban destinados a la campaña presidencial de Cristina Fernández de Kirchner.

Un empresario con negocios sucios

Además de su carrera política, Robles ha sido un «exitoso» empresario que ha hecho fortuna gracias a sus conexiones con el chavismo. Fue directivo de la casa de bolsa Banexpress, que fue investigada por su participación en un triángulo financiero junto a otra casa de bolsa y un banco intervenido. Este esquema estaba destinado a realizar operaciones ilegales en el mercado negro de divisas, con el uso de dólares preferenciales obtenidos a través de la Comisión Nacional de Administración de Divisas (CADIVI).

En Banexpress, Benito Robles Herrera formó parte de la directiva junto a Carmelo De Grazia Suárez, ahora presidente de la junta directiva del banco Bancamiga.

Carmelo De Grazia Suárez

Robles también es director general de la empresa Arquinurb Construcciones, C.A., con la que ha obtenido contratos con la petrolera estatal Pdvsa. En algún momento, Robles mantuvo una sociedad en Venezuela con Efraín Bedoya Bastardo y su esposa Sara Cristina Campuzano Caro, directivos de la empresa Corporación Oriental de Petróleo (COPCA), a quienes demandó por una millonaria deuda, luego que le comprara acciones de COPCA a Bedoya y Campuzano. Sin embargo, Robles llegó luego a un acuerdo extrajudicial con ellos, para seguir haciendo negocios como contratistas de Pdvsa.

Por sus actividades empresariales, Robles ha sido acusado varias veces de lavado y legitimación de capitales. Incluso desde el movimiento Tupamaro, una organización política afín al chavismo, denunciaron la corrupción de Robles. En la época en que Robles era un influyente contratista de Pdvsa, el movimiento Tupamaro habría repartido volantes en la ciudad de Lechería, donde Robles tenía una villa. Los volantes denunciaban la relación de Robles con hechos de corrupción en el estado Vargas.

Un financista oculto de María Corina Machado

A pesar de su pasado chavista y sus negocios con el gobierno, Robles se ha convertido ahora en uno de los financistas en Venezuela de la campaña de María Corina Machado, precandidata presidencial para las primarias de la oposición. Según personas al tanto, un abogado que es familiar de Robles forma parte del equipo político más cercano de Machado y por esa vía ingresan los recursos aportados por Robles a la campaña de la precandidata.

Robles ha intentado ocultar su apoyo económico a Machado, debido a su controversial reputación y a su doble cara. Robles ha pasado de ser un aliado del chavismo a un financista de la oposición, sin renunciar a sus negocios sucios y a su pasado oscuro. Quizás Robles espere que con Machado de presidenta le vuelvan a llover contratos de Pdvsa. Vale preguntarse si a través de Robles, su antiguo socio en Banexpress, Carmelo De Grazia, ahora propietario de Bancamiga, está también financiando la campaña de Machado.


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