La temporada 2023-2024 de la Liga Profesional de Béisbol de Venezuela ha concluido con un giro dramático en la historia deportiva. Los Tiburones de La Guaira, bajo la estrategia del manager Oswaldo «Ozzie» Guillén, han roto un ayuno de 38 años sin alzar un campeonato. La gesta, consumada el pasado domingo 28 de enero, ha sido posible gracias a la dirección de Guillén, quien anteriormente llevó a los Chicago White Sox a la cima en la Serie Mundial de 2005, finalizando entonces una sequía de 88 años. En la tierra que lo vio nacer, el manager ha logrado replicar aquella hazaña e inscribir su nombre, una vez más, en los anales de la victoria.
A pesar de la euforia que embarga al equipo, las incógnitas financieras se ciernen sobre el coste real de este triunfo. En un país azotado por una profunda crisis económica, las inversiones realizadas en pro del título parecen destinadas a ser un sacrificio sin retorno, lejos de ser compensadas por patrocinios, taquillas o derechos de transmisión televisiva.
Wilmer Ruperti: El accionista en el ojo del huracán
Wilmer Ruperti, magnate naviero y accionista de Los Tiburones, ha sido una presencia ineludible en la celebración del campeonato, evidenciado en la transmisión televisiva del evento. Como ya lo ha hecho otras veces, Ruperti apareció visiblemente ebrio, lo que causó indignación y rechazo entre muchos seguidores del béisbol.
Sin embargo, su figura no está exenta de polémica. Ruperti, señalado por supuestamente contribuir a la violación de sanciones petroleras impuestas por Estados Unidos a Venezuela, está en el centro de especulaciones que sugieren su posible ausencia en la Serie del Caribe, temiendo acciones judiciales en su contra por parte del gobierno estadounidense.
La Serie del Caribe, que este año se llevará a cabo en el loanDepot Park de Miami Marlins, una sede neutral, desde el 1 hasta el 9 de febrero de 2024, verá a Los Tiburones de La Guaira representar a Venezuela como recientes campeones. Esta 66ª edición reunirá equipos de Curazao, Nicaragua, México, Panamá, Puerto Rico, República Dominicana y Venezuela.
Ruperti, quien es un magnate naviero, ha sido acusado de violar las sanciones petroleras que Estados Unidos ha impuesto a Venezuela, al exportar hidrocarburos a distintos países mediante el transporte marítimo. Por esta razón, se especula que Ruperti no viajará con el equipo a la Serie del Caribe, que se realizará este año en Miami, por temor a ser detenido por las autoridades estadounidenses.
Los Tiburones de la Guaira representarán a Venezuela en este evento, con la ilusión de repetir el éxito obtenido en la liga local. Sin embargo, se desconoce el costo real que ha tenido para el equipo alcanzar este nivel de competencia, tanto en términos deportivos como económicos.
Rumores y redes sociales: Walter Alexander Del Nogal, ¿socio oculto?
A través de las redes sociales se ha extendido el rumor de que Walter Alexander Del Nogal, conocido como «Alex» Del Nogal, estaría vinculado en calidad de socio no público con Ruperti en la propiedad del equipo. Se sugiere que esta asociación podría estar sirviendo para blanquear parte de la controvertida fortuna de Del Nogal. La sospecha cobró fuerza tras la difusión de una imagen en la que se observa a Del Nogal con indumentaria del equipo, celebrando el reciente título obtenido.
Del Nogal ha estado en el ojo del huracán por sus nexos con el narcotráfico. En 2018, fue sancionado e incluido en la lista OFAC (Oficina de Control de Activos Extranjeros) del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, por estar involucrado en actividades de narcotráfico. Se le acusó de distribuir droga y lavar dinero en Europa, así como de colaborar en el tráfico de sustancias ilícitas en Venezuela. Como consecuencia, Estados Unidos congeló todas sus cuentas y propiedades en ese país.
Pero esa no es la única mancha en el historial de Del Nogal. En Venezuela, fue condenado a 20 años y 11 meses de prisión por su participación en el asesinato del empresario Mario Patti Fajardo, quien fue arrojado por la puerta de una avioneta en pleno vuelo, y por una estafa posterior. Además, estuvo implicado en un atentado con carro bomba en el Centro Ciudad Comercial Tamanaco (CCCT) en 1993, que dejó tres heridos y generó inestabilidad política y económica en el país. Por estos hechos, Del Nogal estuvo preso. En años posteriores, fue solicitado por la justicia venezolana a través de Interpol, por los delitos de financiamiento al terrorismo, tráfico de drogas y asociación para delinquir.
Lo curioso es que, pese a todas estas acusaciones, Del Nogal goza actualmente de libertad en Venezuela. Así lo evidenció, una vez más, una fotografía que se difundió en las redes sociales, donde se le ve con una camiseta de los Tiburones de la Guaira, celebrando el campeonato del equipo en uno de sus restaurantes. Según algunos testimonios, Del Nogal habría revelado su relación con el equipo a su círculo íntimo, que lo acompañó a ver el juego y a festejar el triunfo. En esa celebración selecta, no estuvo presente Ruperti, lo que alimenta las sospechas de que Del Nogal es uno de los propietarios del equipo.
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