Bismark Francisco Carretero Reyes es el nombre de uno de los protagonistas de una trama de corrupción que ha contribuido a dejar en ruinas a las empresas básicas de Guayana, que alguna vez fueron el orgullo de la industria venezolana. Este ciudadano, apodado el rey de la chatarra, es el dueño de Pegasus Group, una empresa registrada en República Dominicana que se dedica a exportar el material estratégico que se extrae de las plantas y maquinarias de Sidor, Venalum, Alcasa y Bauxilum, entre otras.
¿Quién es Bismark Carretero?
Carretero Reyes tiene una historia ligada al mundo militar y al chavismo. Se graduó en 2008 de la Escuela Técnica de la Aviación Militar de Venezuela, en la promoción «Sargento Ayudante (Aviación) (P) (F) Juan Eladio Lozada González”. En 2019, se retiró de la fuerza aérea y se vinculó con altos círculos de poder, que le abrieron las puertas del lucrativo negocio de la chatarra.
Además de Pegasus Group, Carretero es propietario en Venezuela de la Corporación Pegasus, que agrupa a varias empresas dedicadas al reciclaje de metales, cartón y papel, así como al transporte de carga pesada. También es un conocido patrocinador de actividades deportivas, como el fútbol y el pádel, en distintas localidades del país.
El pádel, deporte que ha capturado la atención de muchos en Venezuela, también se encuentra entre los intereses de Carretero Reyes. Su participación como inversor en la construcción de canchas en ciudades como Caracas y Lechería, revela una diversificación en sus negocios que, según se especula, podrían estar vinculados a prácticas de blanqueo de capitales.
Carretero no escatima en lujos y ostentación. Posee varios apartamentos y quintas en las zonas más exclusivas de Caracas, una flota de vehículos de alta gama, varios concesionarios, equipos de fútbol y centros de pádel. Su pasión por la aviación lo ha llevado a comprar media docena de aeronaves, que usa para viajar por todo el territorio nacional, transportando dólares en efectivo para sobornar a los funcionarios y complacer los caprichos de otros enchufados con los que se relaciona.
¿Quién lo protege?
Según se comenta en las redes sociales, Carretero se ha blindado con una amistad con el cantante Omar Acedo, yerno del líder chavista Diosdado Cabello, para evitar que la justicia lo persiga. De ser cierto, Acedo estaría protegiendo a uno de los nuevos empresarios asociados a la corrupción en Venezuela.
El auge financiero de Bismark Carretero Reyes, quien pasó de ser un técnico de la aviación militar venezolana a un empresario capaz de invertir cifras millonarias, ha levantado sospechas sobre la procedencia de su fortuna. Sus movimientos financieros indican una posible estrategia de lavado de dinero, evidenciada por sus inversiones en distintos sectores, incluyendo el deportivo y el del entretenimiento.
Carretero Reyes se ha vinculado al mundo del espectáculo mediante su asociación con Pedro Morejón, expolítico venezolano y presidente de Invershow, empresa promotora de eventos musicales en Venezuela. La conexión entre ambos se manifiesta en la figura de Carretero Reyes como accionista mayoritario de Invershow, donde aportó el capital necesario para el concierto del reconocido cantante Luis Miguel en Caracas, celebrado el pasado 12 de febrero de 2024. El evento, con entradas oscilando entre los 50 y los 1000 dólares, ha puesto en evidencia la capacidad económica de Carretero Reyes, generando dudas sobre el origen de los fondos empleados para sufragar un espectáculo de tal magnitud.
¿Cómo opera la mafia de la chatarra?
La mafia de la chatarra es un grupo de empresas que se ha beneficiado de las presuntas prácticas corruptas que han desangrado a la estatal petrolera Pdvsa y a las empresas básicas de Guayana. Esta red ha generado millones de dólares a través del desmantelamiento de obras e infraestructuras que fueron financiadas con millonarias inversiones de la administración chavista, pero que nunca se concluyeron.
Entre estas obras se encuentran algunos proyectos inconclusos de Odebrecht, así como la infraestructura de construcción que se inició en conjunto con China y que quedó a medias. Estas obras están siendo desvalijadas por la mafia de la chatarra, que vende el material en el extranjero.
Según documentos internos de la Fiscalía, que investiga el escándalo de corrupción denominado Pdvsa-Cripto, la empresa Pegasus Group maneja aproximadamente 40% del sector chatarrero de manera directa, junto con dos empresas de maletín que son usadas para desviar las asignaciones del material estratégico y disimular el irregular proceso.
Los datos obtenidos apuntan a los puertos de Guanta en el estado Anzoátegui y de Puerto Cabello en Carabobo, a donde llegan gandolas provenientes del sur de Venezuela con material estratégico de las empresas básicas con permisos firmados por militares de alto rango puestos para complacer la corrupción de las mafias que operan con ese rubro.
El saqueo de las empresas básicas
Las empresas básicas de Guayana, que alguna vez fueron el motor de la industria venezolana, han sido víctimas de un proceso de saqueo de sus instalaciones y reducidas a toneladas de chatarra. Este material no solo proviene de plantas que se creían no operativas, sino también de maquinaria que aún estaba en funcionamiento y que fue desarmada para venderla como chatarra en el extranjero.
Según el informe de la Fiscalía, este saqueo no solo es ilegal, sino que el destino de las millonarias cifras que se pactan son distribuidas entre los socios de la mafia de la chatarra, sin que nada llegue a las arcas de la nación.
Uno de los responsables directos de este desmantelamiento es Bismark Carretero, quien apuntala los negocios con su firma Pegasus Group, registrada en República Dominicana en el año 2019, coincidiendo con el inicio de la operación para desmantelar las empresas básicas. A este personaje se le señala de ser el encargado de comercializar el material estratégico obtenido de Venalum y Sidor, entre otras.
Carretero también se encarga de sobornar con sustanciosas sumas de dinero en efectivo a militares y funcionarios en las rutas por donde la chatarra es transportada hasta los puertos, según investigaciones.
Denuncias en redes sociales han estado a organismos internacionales para que sean revisadas las cuentas bancarias y bienes del entramado corrupto de Carretero en el exterior, para así evidenciar el saqueo de las empresas básicas de Venezuela y el enriquecimiento ilícito de los involucrados en la mafia de la chatarra, quien han dejado en ruinas a la industria nacional y han afectado la economía y el desarrollo de Venezuela.
Las sombras sobre Pedro Morejón
En el año 2018, el exdiputado Ismael García acusó a Pedro Fritz Morejón Carrillo, antiguo ministro y diputado del PSUV, y ahora socio de Carretero, de establecer un conglomerado de empresas dedicadas al entretenimiento con el fin de lavar dinero ilícito. Entre las compañías registradas por Morejón en territorio venezolano se destaca SIDNEY PRODUCCIONES C.A, con domicilio fiscal en La Guaira y vinculada a su madre Zaida María Carrillo, yuxtapuesta al núcleo familiar de Rafael Vargas, exministro durante la gestión de Hugo Chávez.
Adicionalmente, Morejón fundó INVERSHOW 0507, C.A. junto a Alejandro Castillo Hermoso, quien posteriormente le vendió sus acciones. Esta empresa figura relacionada con GRUPO TUANDAMIO, C.A., entidad creada el 20 de noviembre de 2013, en la que Morejón y su esposa Marlene Arenas figuran como principales constituyentes.
Este entramado empresarial, expuesto por denuncias y registros mercantiles, pone en tela de juicio la legitimidad de las actividades de Morejón y Carretero Reyes, cuyos negocios y repentino ascenso económico generan mayor escrutinio y exigen una investigación exhaustiva que determine la legalidad de sus operaciones.