En la década de los 90, un conjunto de empresarios canarios se unieron para establecer el Banco Canarias en Venezuela. Con el paso del tiempo, este grupo fue creciendo con la incorporación de ambiciosos socios venezolanos. Sin embargo, este crecimiento no estuvo exento de conflictos, especialmente con la administración de Hugo Chávez.
Estos empresarios, tras involucrarse en operaciones financieras complejas y expandir su red de negocios, terminaron perjudicando a los ahorristas del banco. En 2009, en medio de la intervención y liquidación de la entidad financiera, los empresarios y sus socios abandonaron Venezuela. Pero esto no marcó el fin de su trayectoria en el sector financiero.
En Estados Unidos, buscaron replicar su experiencia previa con el Banco Canarias. Tras la muerte del presidente del Banco Intercontinental, una entidad bancaria en el sur de Florida, tomaron el control de la misma.
El «canto» de los canarios
A partir de 2010, para este nuevo desafío, convocaron a antiguos amigos y socios. Mientras tanto, continuaron sus operaciones en Venezuela a través de testaferros. Estos últimos ya se habían dedicado a corromper a altos funcionarios del sector financiero y a beneficiarse de las finanzas estatales. Utilizando empresas pantalla, bancos y banqueros aliados, y la propia tesorería nacional venezolana, lograron obtener altos rendimientos. De esta manera, usaron el sistema en contra del propio sistema. Así se financió la nueva aventura bancaria en Florida de un grupo de empresarios que sentían animadversión hacia la administración de Hugo Chávez, a quien acusaban de haberles quitado parte de lo que consideraban suyo en Venezuela. En 2009, Chávez acusaba a algunos de estos empresarios de comportarse como “mafiosos”.
Algunos de los testaferros se encargaron de calmar a la administración de Maduro, jugando a ambos lados del tablero y mostrándose como aliados.
Además, los empresarios invitaron a Tareck El Aissami, quien había sido ministro de interior y justicia de la administración de Chávez entre 2008 y 2012, y quien debía perseguirlos por las estafas financieras cometidas en Venezuela, a unirse a ellos como socio del banco en Florida. Samark López, el lugarteniente de El Aissami, se encargaría de este asunto e ingresaría como accionista en 2012.
La aventura de los socios canarios y venezolanos con el Banco Intercontinental en Florida terminó con la venta de la entidad el 1 de septiembre de 2018. Esto ocurrió después de las sanciones emitidas por el Departamento del Tesoro contra Samark López en 2017 y poco antes de que las autoridades federales presentaran cargos contra el empresario venezolano Raúl Gorrín.
Gorrín es otro personaje clave en lo que hemos denominado “La Conexión Canaria”, una trama en la que participan varios personajes, actuando como eslabones de una cadena con distintas ramificaciones, unidos por las relaciones y contactos de empresarios originarios de las Islas Canarias.
Los orígenes del Intercontinental
El hoy extinto Intercontinental, un banco cuya sede estaba en West Miami, Florida, fue establecido en 2002. Su fundación fue el resultado de los esfuerzos de un conjunto de inversionistas cubanoamericanos, encabezados por Amadeo López-Castro Jr., un banquero de ascendencia cubana. Su padre, que llevaba el mismo nombre, había ocupado el cargo de ministro de Agricultura y presidente del Banco de Fomento de Cuba, antes del ascenso de Fidel Castro al poder.
La entidad bancaria, que operaba como una filial de Intercontinental Bankshares, Llc, estaba catalogada como un banco comercial. A pesar de no ser miembro de la Reserva Federal, tenía estatuto estatal y estaba bajo la supervisión de la Corporación Federal de Seguro de Depósitos (FDIC). Sin embargo, también estaba sujeto a cierto nivel de supervisión y regulación a nivel federal.
Amadeo López-Castro, Jr., quien había presidido la junta directiva del Public Health Trust (fideicomiso de salud pública) del Hospital Jackson Memorial, era el presidente del Banco Intercontinental. Su vida llegó a su fin el 29 de octubre de 2010, cuando sufrió un ataque cardíaco mientras viajaba a Estrasburgo, Francia, acompañado de su esposa. Tenía 74 años en el momento de su muerte.
Tras la pérdida de su padre, Amadeo López Castro III asumió la dirección del banco. Se incorporaron nuevos accionistas, en su mayoría de origen canario y venezolano. Varios de ellos habían estado o estarían luego involucrados en diversas controversias por diferentes razones.
Álvaro Gorrín Ramos, un banquero de origen canario y antiguo presidente del Banco Canarias en Venezuela, fue uno de los primeros en unirse como nuevo accionista del Banco Intercontinental tras la muerte de Amadeo López-Castro, Jr. Gorrín Ramos incorporó a sus hijos en la estructura ejecutiva del banco.
En 2012, el Intercontinental modificó sus estatutos y Daniel Alejandro Gorrín González comenzó a aparecer como ejecutivo de la entidad. Daniel Alejandro Gorrín es hermano de Álvaro Javier Gorrín, quien ya era ejecutivo de la institución desde 2011. Los Gorrín González son hijos de Álvaro Gorrín Ramos.
En ese mismo año, 2012, el exministro de petróleo y expresidente de Pdvsa, Tareck El Aissami, y su testaferro Samark López, vieron la adquisición de acciones en un banco en los Estados Unidos como el siguiente paso en sus ambiciones políticas y económicas. Gracias a los lazos con El Aissami, Samark ya había acumulado una fortuna considerable y se había establecido como un empresario multimillonario. El Aissami, por su parte, tenía la mirada puesta en el horizonte internacional, con la ambición de convertirse en un magnate de los negocios a nivel global.
Siguiendo las instrucciones de El Aissami, Samark López adquirió 32.000 acciones del Banco Intercontinental en Miami, lo que le permitió poseer el 8,52% de las acciones del banco entre 2012 y 2013. Sin embargo, no está claro de dónde provino exactamente el dinero para la compra de estas acciones o si los Gorrín González se las cedieron de alguna manera a López.
Para 2014, López ya no figuraba entre los accionistas del banco. En su lugar, comenzaron a aparecer otros nombres, como la empresa venezolana Operadora Daal, C.A. (cuyo nombre parece hacer referencia a Daniel Alejandro Gorrín), así como Mauro Libi y Domingo Goncalves.
¿Quiénes eran los socios del banco Intercontinental en 2012?
En el año 2012, un informe anual reveló que Intercontinental Bankshares LLC, una empresa con sede en Florida y anteriormente liderada por su fundador, Amadeo López-Castro, Jr., controlaba el 91% de las acciones del banco Intercontinental. Este porcentaje estaba distribuido entre varios accionistas, incluyendo a varios venezolanos. Samark López Bello, por ejemplo, poseía el 8,52% del capital accionario. Otros accionistas venezolanos incluían a Orestes Acosta (7,69%), Manuel Herrera (5,49%), Ángel Meza (5,49%), Horacio Pinto (7,69%), Pedro Torres (8,52%) y Álvaro Gorrín Ramos (10,88%).
El registro del banco Intercontinental mostraba a los siguientes directores como suscriptores de acciones: los herederos de Amadeo López-Castro Jr., representados por María López Castro, de Coral Gables, con un 10,89% de las acciones; Orestes Acosta (Venezuela) con un 7,69%; Manuel Herrera (Venezuela) con un 5,49%; Samark López (Venezuela), conocido como el testaferro de El Aissami, con un 8,52%; Ángel Meza (Venezuela) con un 5,49%; Horacio Pino (Venezuela) con un 7,69%; Pedro Torres (Venezuela) con un 8,52%; Mercedes Weitzmann (Miami) con un 7,81% y Álvaro Gorrín Ramos (Venezuela) con un 10,88%.
Sin embargo, en 2014, el nombre de Samark López Bello desapareció de la lista de accionistas de Intercontinental Bankshares LLC, sociedad que para entonces ya poseía el 100% de las acciones del banco.
El informe anual presentado por el banco Intercontinental a la Reserva Federal en diciembre de 2014 indicaba que los venezolanos Orestes Acosta (7%), Manuel Herrera (5%), Ángel Meza (5%), Horacio Pinto (7%) y Álvaro Gorrín Ramos (9,90%) seguían siendo accionistas, todos ellos con estatus de residentes en Estados Unidos.
En ese mismo informe anual de 2014, se incluyeron tres nuevos accionistas: Domingo Goncalves (5,80%), Mauro Libi (9%) y Operadora Daal, C.A. (7,52%), todos ellos con residencia en Venezuela.
Mercedes Weitzmann (7,11%), la única accionista estadounidense, también figuraba como directora de compañías propietarias de aeronaves en Florida, como Astra Jet 7 INC o Aircraft Jet 7, LLC. Weitzmann es una empresaria judía y suegra de Álvaro Gorrín Jr., hijo de Álvaro Gorrín Ramos.
Es notable que Operadora Daal, C.A. pasó a tener 31.196 acciones, una cantidad similar a la que anteriormente poseía Samark López, quien supuestamente intentaba controlar la mayoría de las acciones de ese banco junto con otros accionistas venezolanos.
Operadora Daal, C.A. contrató al bróker Juan Carlos Peñaloza entre febrero de 2017 y marzo de 2018, justo antes de la venta del banco Intercontinental, para asesorarla en inversiones de derivados financieros. También se sabe que la empresa importó embarcaciones de Estados Unidos a Venezuela en 2009.
El perfil de algunos de los accionistas del extinto banco Intercontinental
Álvaro Gorrín Ramos
En medio de acusaciones de «apropiación de recursos de los ahorristas» y asociación para delinquir, Álvaro Gorrín Ramos encontró refugio en Estados Unidos, huyendo de Venezuela tras la intervención del Banco Canarias, del que fuera presidente en Venezuela. Sin embargo, su pasado lo alcanzó en julio de 2014 cuando fue detenido en Caracas, país que había emitido una notificación roja de Interpol contra él desde 2009.
Para el momento de la detención de Gorrín Ramos, El Aissami no ocupaba un cargo en el Ejecutivo nacional venezolano, sino que ejercía como gobernador del estado Aragua.
Fue en noviembre de 2009 cuando las autoridades de Venezuela intervinieron los bancos Canarias, Bolívar, Pro Vivienda y Confederado, todos pertenecientes a un mismo grupo financiero, debido a supuestas irregularidades en sus operaciones.
Las irregularidades detectadas en dichas entidades incluían el aumento de capital sin especificar el origen de los fondos y el incumplimiento con los índices patrimoniales, según la información oficial proporcionada en aquel entonces. En diciembre de 2009, la fiscalía de Venezuela anunció que había solicitado 23 órdenes de captura internacional de empresarios y ejecutivos relacionados con el caso del cierre de ocho bancos por irregularidades en su gestión. Entre esos 23 investigados se encontraba Álvaro Gorrín Ramos.
El Banco Canarias, que incluso tenía una sucursal en Santa Cruz de Tenerife, era señalado como una de las entidades utilizadas para el lavado de fondos, empleando para ello productos financieros estructurados vinculados a la deuda de Venezuela. Esta entidad financiera fue creada en 1992 por inmigrantes canarios en Venezuela y mantenía relaciones comerciales con Ocean Bank de Miami, fundado en 1982 por canarios de La Palma y empresarios portugueses.
Antes de su huida de Venezuela en 2009, Álvaro Gorrín Ramos y sus hijos habían abierto ya en los años 90’s la cadena de panaderías «Don Pan», en el sur de la Florida, donde intentaban emular el negocio panadero que ya antes desarrollaban en Caracas. Sin embargo, los problemas legales de Gorrín Ramos no se limitaron a Venezuela, sino que también se extendieron a Estados Unidos. En 2013, los Gorrín fueron condenados a pagar $30 millones por un préstamo destinado a financiar un proyecto inmobiliario en Orlando.
Álvaro Gorrín Jr. y su padre, Álvaro Gorrín Ramos, habían obtenido un préstamo de más de $56 millones del Ocean Bank para financiar dos proyectos de conversión de condominios en la Florida Central, según una demanda presentada en el Tribunal de Circuito de Miami-Dade. Sin embargo, Frank Segredo, director del proyecto, supuestamente robó el dinero destinado a pagar la deuda, según documentos judiciales del estado.
La historia se complicó en 2005, en pleno auge inmobiliario. Los Gorrín obtuvieron dos préstamos por un total de $56 millones a través de dos sociedades de responsabilidad limitada (Walden Holdings y Legacy Conversions), para el desarrollo Waterford Landings. Gorrín Jr. era el co-director del proyecto de conversión de condominios; Segredo, agente de una compañía de cierres de títulos, era el otro.
Los Gorrín descubrieron la estafa de Segredo en 2006 al percatarse de que los saldos de sus préstamos eran mucho mayores de lo que deberían haber sido. Pero incluso después de que Segredo confesó haber desviado el dinero, los Gorrín no informaron a Ocean Bank, según documentos judiciales del estado. Mientras tanto, los compradores de las unidades de condominio, actuando de buena fe, se quedaron con pólizas de títulos fraudulentas.
Segredo afirmó posteriormente que había negociado con nuevos inversionistas que querían comprar la participación de la familia Gorrín en el proyecto, una suma que superaba los $12 millones. La demanda sostuvo que el padre y el hijo nunca expresaron dudas sobre la procedencia del dinero, ni siquiera después del comportamiento pasado de Segredo.
«El enfoque de Gorrín a la crisis fue: ‘no preguntes, no digas’», según las conclusiones sobre el hecho asentadas en la sentencia firme de la demanda. Al aceptar el dinero, la familia Gorrín aseguró que el incumplimiento del préstamo continuaría, añadió la demanda.
En 2007, el banco descubrió la estafa y notificó a la compañía de título de Segredo —Attorney’s Title Insurance Company of Florida— que de inmediato tomó medidas. Segredo renunció al control de su asociación profesional y sus cuentas de fideicomiso. Segredo fue inhabilitado posteriormente.
Finalmente, una filial llamada Poker Run Acquisitions asumió la deuda y demandó a la familia Gorrín por lo que se había perdido. La jueza de Primera Instancia Jennifer Bailey, de Miami-Dade, otorgó en una sentencia dictada el 2 de mayo de 2013 el pago de $30.3 millones a Poker Run Acquisitions.
Sin embargo, el asunto se volvió más complejo y todavía en el año 2021 el caso contra Gorrín Ramos y su hijo era dirimido en una corte de apelaciones de Florida. Álvaro Gorrín Jr. fue señalado de desviar fondos propios a un fideicomiso familiar, por lo que los demandantes lo acusaban de intentar ocultar el dinero.
Por otra parte, el nombre de Álvaro Gorrín Ramos figura en los Paradise Papers, como accionista de Smith Rocke Ltd., una compañía creada en marzo de 2012 y vinculada a direcciones en las Islas Vírgenes Británicas y en Nueva York. Smith Rocke Ltd. aparece relacionada, a su vez, con la compañía venezolana Credican, C.A. que introdujo un recurso de consideración contra la resolución de la Superintendencia de las Instituciones del Sector Bancario de Venezuela (SUDEBAN) en el año 2010, en rechazo a la intervención de esa sociedad financiera (Credican, C.A.), que estaba relacionada con el también intervenido y posteriormente liquidado Banco Canarias.
Smith Rocke Ltd., atribuyéndose la propiedad de Credican, C.A. demandó a la República Bolivariana de Venezuela en una corte de Nueva York, en enero de 2014, en reclamo de unos bonos Lehman, que aseguraba tenían un valor de 410 millones de dólares. Sin embargo, la demanda fue desestimada.
Según los Paradise Papers, otra firma que aparece conectada con Credican, C.A. es Akamai Global Inc., creada también en marzo de 2012 y en la que aparecían como accionistas María Lourdes Meneses, Armando Brito Pages, Henry Meneses Nóbrega, Gregorio Martín Fernández, Antonio Troccola D’Emilia, Rafael González Yanes y Manuel Herrera Castilla, socio de Gorrín Ramos en el banco Intercontinental.
Ángel Meza
Ángel Orlando Meza Jiménez, un nombre que ha resonado en círculos financieros de Venezuela, es considerado por algunos como un brazo ejecutor del magnate Raúl Gorrín, principal accionista en Venezuela del canal de televisión Globovisión. Sin embargo, antes de asumir la propiedad de Globovisión, Gorrín ejercía como abogado de Álvaro Gorrín Ramos, quien en aquel entonces presidía el Banco Canarias. A pesar de compartir el apellido, no existe vínculo familiar entre Raúl Gorrín y Álvaro Gorrín. Antes de eso, el abogado Raúl Gorrín había laborado como asistente de una jueza que manejó casos relacionados con las quiebras de bancos en los años 90’s
En el año 2005, Álvaro Gorrín Ramos se encontró en el ojo del huracán legal en el caso Microstar, acusado por la fiscalía venezolana de evasión fiscal y contrabando. La empresa en cuestión, Microstar, pertenecía a Eligio Cedeño, un banquero que también ocupó un puesto de accionista y director principal en el Banco Canarias entre 2001 y 2005. Sin embargo, con la ayuda de los abogados Raúl Gorrín y Mariano Díaz, Álvaro Gorrín logró ser absuelto de los cargos, ya que, según la sentencia, su participación «no revestía carácter penal”.
Raúl Gorrín, quien alguna vez confesó: “Algún día, voy a tener un banco o una compañía de seguros”, vio su sueño hecho realidad poco después de convertirse en el abogado de Álvaro Gorrín, accionista principal del Banco Canarias y de Seguros Canarias. En 2008, junto con otros accionistas, Raúl Gorrín adquirió Seguros La Vitalicia.
Pero antes de la compra de Seguros La Vitalicia, Raúl Gorrín había adquirido el 50% de Interbursa Casa de Bolsa. Posteriormente, se informó en medios venezolanos que la compra de Interbursa fue posible gracias a pagarés del Banco Canarias. En 2009, Interbursa Casa de Bolsa fue objeto de un allanamiento tras la intervención del Banco Canarias, y fue investigada debido a la triangulación de créditos.
Ángel Orlando Meza, quien más tarde se convirtió en accionista del banco Intercontinental, ocupó el cargo de vicepresidente ejecutivo del Banco Canarias, cuando Raúl Gorrín era abogado del entonces presidente de esa institución financiera en Venezuela, Álvaro Gorrín Ramos.
En Venezuela, Meza fue objeto de investigación por recibir créditos irregulares del Banco Canarias, mientras era directivo de esa entidad bancaria y director de la Sociedad Mercantil U21 Casa de Bolsa, C.A., una de las casas de bolsa intervenidas tras la minicrisis financiera venezolana en el año 2009. U21 Casa de Bolsa, C.A. mantenía tratos comerciales con Interbursa Casa de Bolsa.
Residiendo en Madrid, España, Ángel Meza Jiménez figuró como directivo de la sociedad Advantex Europe Limited en Londres, Reino Unido, entre los años 2019 y 2021. Desde el año 2019, Ángel Meza Jiménez es director de Grupo Aero 3000 Ca Doo, una empresa de construcción y obras civiles, con sede en Belgrado, Serbia.
Entre los años 2010 y 2014, Ángel Meza fue socio de Raúl Gorrín en diferentes firmas registradas en Florida, tales como Allied Capital Fund, INC., One Allied Biltmore Medical Corporation, One Allied Village Place Corporation, One Allied College Park u One Allied Laguna Corporation.
Curiosamente, a pesar de estas sociedades conjuntas, no se tiene constancia de que Meza haya sido acusado en los Estados Unidos de lavado de dinero, como sí fue acusado Gorrín. Esto ha llevado a algunos a preguntarse si Meza logró pasar desapercibido, huyó o si consiguió algún tipo de acuerdo con las autoridades federales estadounidenses.
Horacio Pinto y Orestes Acosta
Horacio de la Concepcion Pinto Figueira, caraqueño, es conocido por ser el director de la firma panameña The Factory Hka Corp, una subsidiaria de The Factory HKA, una empresa colombiana dedicada a la facturación electrónica. Esta es una actividad que también desempeña Fábrica Ecuatoriana Ecuagoch S.A., de la cual es propietario.
Orestes Alberto Acosta Afonso, un empresario de origen canario, nacido en La Palma, y con nacionalidad venezolana, es su socio en esa empresa. Antes de ser accionista del banco Intercontinental en Miami, Acosta Afonso era conocido en Venezuela por ser propietario de caballos de carrera. Algunos de esos caballos los adquirió de Arné Chacón Escamillo, hermano del ex ministro chavista Jesse Chacón, quien es recordado por su misteriosa transformación en banquero.
Acosta Afonso y Pinto Figueira se convirtieron en propietarios de Fábrica Ecuatoriana Ecuagoch S.A. en 2018, cuando compraron em Ecuador la compañía a empresarios mexicanos.
En la República Dominicana, Orestes y Horacio también eran socios de otra subsidiaria de The Factory HKA.
Manuel Herrera
Manuel Herrera Castilla era un empresario de origen canario que alguna vez fue vicepresidente del ya desaparecido Banco Canarias en Venezuela. Compartió la propiedad del Banco Intercontinental con Álvaro Gorrín Ramos. Herrera Castilla, quien falleció el 27 de agosto de 2023, se mantuvo activo hasta poco antes de su muerte, desempeñándose como director suplente del banco Banplus en Venezuela.
Durante el período de 2010 a 2016, Herrera Castilla se destacó como el fundador y presidente del portal de noticias MiamiDiario.com. También fue el cerebro detrás de Universocanario.com, un proyecto que, aunque no tuvo éxito, aspiraba a ser un medio de difusión de noticias de las Islas Canarias para los canarios del archipiélago y aquellos que residían en otras partes del mundo. En estos proyectos, contó con la colaboración del periodista Fernando Jáuregui, director del Grupo Diario Crítico y aliado de Seven Oceans, la empresa de Herrera Castilla.
Herrera Castilla no ocultaba su amistad con Raúl Gorrín y Mauro Libi, este último su exsocio en el extinto Banco Intercontinental en el sur de la Florida. Algunos veían a Herrera como una especie de operador de Álvaro Gorrín Ramos.
Mauro Libi
El empresario Mauro Libi Crestani, exsocio del banco Intercontinental, era identificado en investigaciones de contraloría en Venezuela como el propietario de una cadena de seis empresas fachada. Según denuncias de diputados y organizaciones sociales, estas empresas habrían sido beneficiadas de forma irregular por el gobierno venezolano con una suma de 615 millones de dólares a una tasa preferencial durante el periodo de 2004 a 2014. Las conclusiones de una investigación en la Comisión de Contraloría de la Asamblea Nacional de Venezuela, presidida entonces por Juan Guaidó, exculparon a Libi, aunque todavía muchos siguen señalando al empresario de haber incurrido en supuestos ilícitos cambiarios.
Durante el tiempo en que Álvaro Gorrín Ramos y su hijo estaban inmersos en litigios como deudores de los préstamos concedidos por el Ocean Bank, Mauro Libi Crestani se incorporó al banco Intercontinental. Cabe destacar que el Ocean Bank también tenía entre sus clientes a empresas pertenecientes a Serafín García Armas, un empresario de origen canario y suegro de Mauro Libi.
En el mes de mayo del año 2023, testigos observaron a Mauro Libi en el Autódromo Internacional de Miami. Allí, asistió al Gran Premio de Miami de Fórmula 1 en compañía de su esposa, Fanny García de Libi. Cabe mencionar que Libi también disfrutó de las competencias de Fórmula 1, de las que es fanático, en el año 2022.
En el año 2021, una empresa vinculada a Mauro Libi, quien es propietario de un imperio alimentario en Venezuela, adquirió una bodega en el Parque Internacional de Miami. La compra se realizó por un monto de 7,8 millones de dólares.
Según los registros, Eleo Group, una empresa administrada por Libi, adquirió un almacén de 47,668 pies cuadrados en 7300 Northwest 35th Terrace. El vendedor fue Vertilux, un fabricante de persianas y cortinas con sede en Medley.
La instalación de dos pisos, construida en 1983, ocupa un terreno de 1,8 acres, según los registros de propiedad. Vertilux, empresa liderada por el presidente José Alexandre García Costas, había adquirido la propiedad en noviembre de 1998 por un monto de 2,5 millones de dólares, tal como lo muestra la escritura.
Libi, quien posee o tiene participación en más de 30 empresas a nivel internacional, es director y director ejecutivo de Food Group International de A&M Global Solutions. Esta empresa forma parte de un conglomerado internacional dedicado a la producción y distribución de avena, según se puede verificar en LinkedIn. Los registros muestran que Eleo Group, empresa de Libi, ha compartido una dirección en Doral con A&M Global Solutions.
La marca distintiva de Food Group e Industria y Procesadora de Cereales Inproceca, C.A. es Avelina. Esta marca ofrece avena y otros productos derivados de la avena. Avelina obtenía sus productos crudos de Chile y los procesaba en una instalación de Food Group en Miami, tal como se indicaba en su sitio web hace algunos años.
Paralelismos
La historia de Mauro Libi y su suegro, Serafín García, está llena de paralelismos sorprendentes. Ambos han sido objeto de investigación por irregularidades cambiarias a través de importaciones infladas, aunque en diferentes momentos: García en los años 90 y Libi después de la llegada del chavismo al poder. Además, ambos han estado involucrados en negocios de alimentos en Chile y Venezuela; ambos han sido socios en Florida de Italespa Investments LLC; ambos poseen propiedades e inversiones en las mismas zonas de Florida y ambos han recurrido al agente registrador Trigo & Company, PA para registrar varias compañías en Florida, entre otras coincidencias.
Representaciones Dole, C.A., una empresa propiedad de Serafín García otrora dedicada a la importación de manzanas a Venezuela, era clienta del Ocean Bank, el mismo banco de Miami que otorgó créditos a Álvaro Gorrín Jr. y su padre, Álvaro Gorrín Ramos, créditos que posteriormente llevaron a los Gorrín a ser demandados.
De acuerdo con documentos judiciales, Serafín García ha negado haber sido accionista o directivo del Ocean Bank. García es propietario, junto con sus hijos Karina, Michael y Jéssica, de Ocean Mazda (Ocean Automotive Group), una cadena de concesionarios de automóviles Mazda que ha seguido expandiéndose, abriendo nuevas sucursales en Florida, al menos hasta el año 2023.
El Ocean Bank fue fundado en Miami en 1982 por el empresario de Madeira (Portugal) Agostinho de Sousa Macedo y otros fundadores de la cadena de supermercados venezolana Central Madeirense, en sociedad con Benigno Pérez Concepción, originario de la isla canaria de La Palma y otros empresarios canarios que habían trabajado en Venezuela, donde Pérez Concepción fue vicepresidente del Banco Plaza.
BanPlus
En 2013, los medios venezolanos describían el modus operandi de miembros de la Junta Directiva del banco BanPlus en Venezuela, como era el caso de Carlos Romero Márquez, quien era operador financiero de esa entidad bancaria, pero que no estaba legalmente en su directiva, porque no contaba con la aprobación de la Superintendencia de las Instituciones del Sector Bancario de Venezuela (Sudeban), así como su relación con Raúl Gorrín, accionista mayoritario de Globovisión y de Seguros La Vitalicia.
Según indicaban denuncias en medios venezolanos, Carlos Romero, miembro de la Junta Directiva de BanPlus, utilizaba una estrategia conocida como «centrífuga financiera», para captar operaciones financieras con instituciones gubernamentales, como los fideicomisos. Estas operaciones eran organizadas y ejecutadas a través de la plataforma tecnológica y financiera del banco.
Una de las tácticas empleadas consistía en mover un fideicomiso de una institución financiera gubernamental a BanPlus para adquirir papeles negociables del Estado venezolano. El diferencial de estas operaciones financieras se quedaba en BanPlus. Una vez concluida la operación, el fideicomiso era devuelto y reutilizado en futuras operaciones financieras.
De esta forma, BanPlus y su junta directiva acumularon ganancias millonarias en bolívares, dinero que pertenecía a todos los venezolanos.
Para llevar a cabo estas operaciones, se recurrió al uso de empresas de maletín. Estas empresas, registradas bajo un mismo propietario, lo que en Venezuela se conoce como un testaferro, fueron utilizadas para realizar las operaciones financieras de BanPlus, en perjuicio del fisco nacional.
El dinero obtenido, millones de bolívares, fue distribuido entre empresas pertenecientes a directivos del banco y, presuntamente, redirigido a Seguros La Vitalicia, propiedad de Raúl Gorrín. Esta aseguradora, a pesar de ocupar el puesto 31 en el ranking del sector, era el mayor inversor en publicidad en medios de comunicación.
En este esquema de enriquecimiento ilícito se utilizaron seis sociedades venezolanas con cuenta en Banplus (Halifax Group CA, Comercializadora Servinvest CA, Integrados Whimper CA, Multiself Trade CA, Grupo Hancock CA e Inversiones Integrales Total Group CA) y cinco firmas panameñas con cuentas en los bancos suizos EFG Bank, HSBC y CBH (IBCDB INC, Tucker Trade Corp., Bellsite Overseas SA, Vineyard Ventures INC y Mahogany Commercial SA).
BanPlus también estuvo involucrado en una estafa al Sistema de Transacciones con Títulos en Moneda Extranjera (SITME). Se mencionó que Mauro Libi, uno de sus directores, era el encargado de administrar el cupo en dólares asignado por el Banco Central de Venezuela (BCV) a BanPlus para asignarlo a los venezolanos que solicitaban recursos para importar bienes del exterior.
Sin embargo, el 20% de ese cupo era entregado a los venezolanos que solicitaban el Sitme legalmente, mientras que el 80% restante fue otorgado a empresas de maletín. Muchas de estas empresas no realizaban las importaciones de bienes que declaraban pretender hacer, y para lo cual se les entregaban dólares de Venezuela.
Se evidenció que BanPlus utilizó su plataforma tecnológica para sacar dólares de Venezuela, lo que constituyó una estafa directa al BCV, ente encargado de girar las divisas.
Muchas de las empresas de maletín estaban relacionadas con algunos directivos de BanPlus.
Una fotografía que data del año 2013 muestra a Humberto Anzola Parra, Pedro Penzini López, Mauro Libi y Carlos Romero en la presentación de un libro en un hotel de Caracas.
La relación de Raúl Gorrín, Mauro Libi y el empresario canario Manuel Herrera Castilla (fallecido director suplente de Banplus, exvicepresidente del Banco Canarias, antiguo accionista del Banco Intercontinental y amigo personal del abogado Gorrín) con BanPlus, evidencia la fuerte influencia canaria en el banco.
Pedro Penzini López y Humberto Anzola Parra, directivos de la Fundación Casa Arturo Uslar Pietri, también estuvieron presentes en junio de 2014 en el evento de lanzamiento en Caracas, de «Vivir Seguros», una compañía que fue presentada como la «reinvención» de Seguros Canarias, antes de que Álvaro Gorrín Ramos fuese detenido en la capital venezolana en julio de ese mismo año. La inauguración se realizó en el Hotel Renaissance, en la Castellana.
Samark López Bello, lugarteniente de Tareck El Aissami, ambos apresados en Venezuela en abril de 2024 por su implicación en el caso de corrupción Pdvsa-Cripto, era dueño de una lujosa propiedad ubicada en Gables Estates, un vecindario de lujo de Coral Gables, donde también poseen propiedades Mauro Libi y su suegro Serafín García. Los Gorrín también han sido propietarios de diferentes inmuebles en Coral Gables.
Mauro Libi es el fundador en Venezuela de la Fundación Casa Hogar Al Fin, destinada al cuidado de niños en estado de desprotección familiar, ubicada en Caraballeda, La Guaira. Libi se encarga personalmente de esta fundación, que surgió en 2005 y comenzó sus actividades en 2008, aunque su esposa apenas participa en las actividades de la misma.
Casual o no, la creación de la Casa Hogar Al Fin coincide de alguna manera en época con la boda en 2006 entre la exmiss Venezuela y exmiss Universo Irene Sáez y el empresario canario Serafín García.
Subasta de propiedad de Mauro Libi en Colorado
En junio de 2019, se inició en el Tribunal de Distrito del Condado de Eagle, Colorado, un proceso de ejecución hipotecaria de la empresa Marriott Ownership Resorts Inc. contra los demandados Kevin L. Garth, Fanny García de Libi y Mauro Libi. La disputa legal giraba en torno a una deuda relacionada con un inmueble.
Tras los trámites legales correspondientes, el 7 de febrero de 2020, se llevó a cabo una subasta pública de la propiedad en las oficinas del Alguacil del Condado de Eagle. El inmueble fue adjudicado a Marriott Ownership Resorts Inc., al ser la empresa la máxima oferente con una puja de $5,172.46 dólares.
Una vez finalizada la subasta, el Alguacil del Condado de Eagle, James Van Beek, expidió un Certificado de Compra a favor de Marriott Ownership Resorts Inc., como nueva propietaria del bien inmueble. Asimismo, se registró una copia del certificado en la Oficina del Registro de la Propiedad del condado.
En el proceso judicial figuraban como demandados Kevin L. Garth, Fanny García De Libi y Mauro Libi, mientras que Marriott Ownership Resorts Inc. actuó como parte demandante. La compañía estuvo representada por los abogados Diane R. Larsen y Steven May, de la firma Larsen Lynch May LLC.
Finalmente, el Alguacil Van Beek presentó ante el tribunal una solicitud de aprobación de la venta realizada, dando por concluido el proceso de ejecución hipotecaria iniciado por Marriott Ownership Resorts Inc. contra los demandados mencionados.
El caso evidencia cómo una disputa legal por deudas puede desembocar en la pérdida de una propiedad mediante un proceso de ejecución hipotecaria y subasta judicial. Los demandados Mauro Libi y Fanny García Delibi figuraron como parte involucrada en este litigio que culminó con la adquisición del inmueble por parte de la empresa demandante.
Pedro Torres Ciliberto
Otro de los accionistas del banco Intercontinental era el exbanquero venezolano Pedro Torres Ciliberto, quien fuese accionista en Venezuela de los bancos Canarias, BanPro, Bolívar y Confederado, que formaban parte del grupo Financiero Bolívar Banco. Estos bancos fueron intervenidos por la Superintendencia de Bancos de Venezuela (Sudeban) en 2009, en medio de la minicrisis financiera que afectó a 12 entidades bancarias. Según la Sudeban, los bancos de Torres Ciliberto habrían captado depósitos del público sin contar con el respaldo suficiente para garantizar su devolución.
Además, habrían otorgado créditos a empresas relacionadas con el mismo grupo financiero, sin cumplir con los requisitos legales. Estas operaciones habrían generado un déficit patrimonial de más de 5.000 millones de bolívares fuertes para la época.
La intervención de los bancos causó alarma entre los ahorristas, que se vieron afectados por la suspensión de las operaciones y el retraso en el pago de sus depósitos. Muchos de ellos protestaron frente a las sedes bancarias y exigieron una solución al gobierno. El entonces presidente Hugo Chávez calificó la situación como un “robo descarado” y ordenó la detención de los responsables.
Sin embargo, Torres Ciliberto logró escapar de Venezuela antes de ser capturado por las autoridades. Se refugió en Estados Unidos, donde tiene negocios e inversiones en diversos sectores. Entre ellos, se destaca el fondo para emprendimientos Quotidian Ventures, fundado por su hijo Pedro Torres Picón, quien también fue acusado de participar en algunas de las operaciones financieras por las que era investigado su padre en Venezuela. Torres Picón reapareció años después en Estados Unidos como una especie de asesor de Juan Guaidó, el otrora autoproclamado presidente interino de Venezuela en el año 2019.
Antes de su huida de Venezuela, Torres Ciliberto había adquirido de manera irregular la compañía aseguradora La Previsora.
A pesar de las múltiples acusaciones en su contra, Torres Ciliberto mantuvo un perfil mediático medianamente bajo, evitando pronunciarse sobre su situación legal.
El caso de Torres Ciliberto es uno de los ejemplos más emblemáticos de la corrupción y la impunidad que han caracterizado al sistema financiero venezolano en los últimos años. Su historia refleja cómo algunos empresarios se han aprovechado del poder político para obtener beneficios ilícitos a costa del patrimonio público y privado.
Hasta hace unos años, Torres Ciliberto se dejaba ver en público asistiendo a galas, eventos artísticos y culturales o desfiles de moda en la ciudad de Nueva York, codeándose allí con celebridades.
Domingo Goncalves
Domingo Aires Goncalves, un empresario de origen portugués y quien fuese también socio del banco intercontinental en Miami, ha sido una figura tan conocida como polémica en la industria del juego en Venezuela. Conocido alguna vez como el «Zar» de los casinos y bingos, Goncalves ha estado en el centro de numerosas controversias y disputas legales a lo largo de los años.
Goncalves construyó un imperio que controlaba varios establecimientos de juegos de azar y entretenimiento para adultos. Es así que era propietario de varios bingos y casinos en toda Venezuela antes de que el Gobierno de Hugo Chávez ordenara su cierre definitivo.
El 18 de septiembre de 2013, Goncalves fue arrestado en Caracas y recluido en instalaciones de la Dirección General de Contrainteligencia Militar. Enfrentó cargos de asociación para delinquir, defraudación tributaria, patrocinio en la operación ilícita de casinos y contrabando. Sin embargo, uno de los principales cargos que pesaban en su contra, la legitimación de capitales, fue desestimado por supuesta falta de pruebas.
En el año 2021, una deuda de $6 millones mantuvo enfrentado a Goncalves con el banquero Víctor Vargas, propietario del grupo BOD.
Tareck El Aissami se vanagloriaba de supuestamente haber desarticulado la “organización criminal” de Goncalves. La aprehensión de Goncalves en Venezuela se registró aproximadamente en la misma época en la que su nombre empezó a figurar como accionista del banco Intercontinental en Miami y desapareció del directorio el nombre de Samark López, el lugarteniente de El Aissami.
Exejecutivos destacables del banco Intercontinental
Álvaro Gorrín Jr.
Álvaro Javier Gorrín González, también conocido como Álvaro Gorrín Jr., es uno de los hijos de Álvaro Gorrín Ramos. En su trayectoria, ha ocupado el cargo de ejecutivo en el banco Intercontinental, ubicado en Florida. Además, ha desempeñado el papel de presidente en Novo-Centro, un centro comercial de vanguardia que abrió sus puertas en la República Dominicana en el año 2011.
En el pasado, Álvaro Gorrín González estableció relaciones comerciales con Carlos Heberto Méndez, quien es el CEO del canal EVTV Miami. Estas relaciones se hicieron evidentes en 2015, cuando se inauguró una tienda Americacel en Doral, Florida. Esta tienda, propiedad de Méndez, se encuentra en el mismo centro comercial que Don Pan, la cadena de panaderías perteneciente a los Gorrín. En este mismo espacio, también ha operado Sumicel, otra tienda de celulares de Méndez.
En Venezuela, Álvaro Jr. era director de Daema Motor C.A., una empresa registrada en el año 1996 en el estado Monagas.
Daniel Gorrín
Daniel Alejandro Gorrín González, hijo de Álvaro Gorrín Ramos, es otra figura destacable de esta historia. Su nombre está vinculado a Rommack Consultants Ltd, una sociedad offshore registrada en las Islas Vírgenes Británicas en 2008, justo un año antes de la intervención del Banco Canarias en Venezuela. En esta compañía, Daniel Gorrín comparte sociedad con Daniela Del Carmen García Aguirre. Anteriormente, Daniel ocupó un puesto ejecutivo en el banco Intercontinental en Florida. Según los Panama Papers, Rommack Consultants Ltd actuaba como intermediaria con Citigroup Private Bank.
La dirección asociada a Rommack Consultants Ltd se encuentra en Querrequerre S/N; Calle Camino Abajo; Urb. Cerro Verde; Mcpo. El Hatillo; Caracas; Miranda 1061; Venezuela. En esta misma urbanización, Daniel tenía como vecino a Domingo Goncalves, quien se convirtió en accionista del banco Intercontinental de Miami después de que Samark López dejara de aparecer en el directorio de la entidad.
En la actualidad, Daniel Alejandro Gorrín González preside “Vivir Seguros” en Venezuela, la reedición de Seguros Canarias lanzada en 2014.
Enrique Vejar Santos, exvicepresidente de mercadeo de Seguros La Previsora, la aseguradora que pertenecía a Pedro Torres Ciliberto en Venezuela, es ahora el director ejecutivo de Vivir Seguros. Vejar también ha formado parte de la junta directiva de la Jose Maria Vargas University en Florida.
Consideraciones finales
El Intercontinental Bank fue adquirido el 1 de septiembre de 2018 por Sunstate Bank, una institución financiera local que ofrece servicios y productos financieros a Miami-Dade y sus alrededores.
Álvaro Gorrín Ramos fue detenido el 28 de julio de 2014 en el municipio Chacao del estado Miranda. En 2015, el Ministerio Público venezolano ratificó la acusación contra Gorrín Ramos, y el Tribunal 11º de Control del área metropolitana de Caracas ordenó su enjuiciamiento. Se decretó una medida de arresto domiciliario para el exbanquero, debido a su avanzada edad y estado de salud. A pesar de todo, se sabe que el banquero continúa llevando su vida, manteniendo un perfil muy bajo y sin hacer apariciones públicas.
La familia Gorrín se encuentra actualmente dispersa entre Caracas, Estados Unidos (Miami y Nueva York) y las Islas Canarias.
Se especula que el exbanquero y sus parientes podrían tener mucha información sobre los negocios de Samark López y sobre los de sus otros socios en el extinto banco Intercontinental. También podrían saber mucho sobre las polémicas fortunas que surgieron en Venezuela tras la llegada del chavismo al poder, incluyendo los negocios del abogado Raúl Gorrín Belisario. Algunos creen que los Gorrín González podrían haber tenido una participación importante en esos tratos. Un indicio de esto sería que la venta del banco Intercontinental en Florida se produjo justo antes de que las autoridades federales presentaran una acusación formal contra Raúl Gorrín en 2018. Esto ha llevado a algunos a preguntarse si los Gorrín González se convirtieron o no en testigos silentes y/o actores clave en ese caso.
Asquerosos. Y protegidos.