Spread the love
Jose Luis Parada
Adelso Molero

Por Jorge Castro.-

Alexis Chacón ha sido mencionado insistentemente en varios trabajos de investigación. Está involucrado en señalamientos dentro de PDVSA Servicios por supuestamente informar falsamente sobre las características del barco que resultó siendo chatarra y cuyo contrato fue por siete años, cuando la duración máxima era de tres años.

El monto total del contrato fue de 1.175 millones de dólares. Durante el tiempo establecido en el acuerdo, el barco “fantasma” estuvo 60% del tiempo inoperativo y logró explorar solo 4 de 18 yacimientos de gas, según declaraciones ofrecidas por el fiscal general Tarek William Saab.

Advertisement

Dicho buque llegó a finales de 2010 a Venezuela como reemplazo de la plataforma gasífera Aban Pearl, que formaba parte de la campaña de exploración del Proyecto Nacional Gasífero Mariscal Sucre, con el cual PDVSA se planteó producir 1.200 millones de pies cúbicos normales de gas diarios y 18 mil barriles diarios de condensado.

El taladro Aban Pearl provenía de Singapur y operaba en el pozo Dragón 6, pero se hundió el 13 de mayo de 2010 en el estado Sucre.

Alexis Chacón aseguró entonces, en su cuenta en la red social X, que no era culpable de las irregularidades que allí se establecieron y acusó directamente a José Luis Parada.

🔗 Fuente: Espacio Público

Parada fue director de producción de Petróleos de Venezuela, encargado de la región occidental. Actualmente reside en Canadá, luego de haber sido detenido en 2015 por “irregularidades administrativas” y posteriormente fugarse de su arresto domiciliario. Se rumoró entonces que había sobornado a sus custodios por una suma de 30 millones de dólares.

El Aban Pearl era una plataforma semisumergible diseñada para operar en las aguas profundas del mar del Norte y no en el Caribe. Armando Giraud y Alexis Chacón, representantes para ese entonces de PDVSA Servicios S.A., ordenaron la modificación de la cláusula de pago del contrato de arrendamiento del Aban Pearl, siguiendo órdenes de Ricardo Coronado y José Luis Parada.

Chacón modificó el contrato mediante un addendum un mes después de que fue firmado, por órdenes de Parada y Coronado, y con la aprobación de Rafael Ramírez y los directivos involucrados en la negociación.

Personas familiarizadas con el tema aseguran que Adelso Molero, exdirector de PDVSA Servicios y exgerente general de Occidente, nunca estuvo capacitado para ninguno de los cargos que ejerció. Su único mérito era su cercanía y complicidad con José Luis Parada.

Actualmente, Molero reside como todo un oligarca en Madrid.

Pandilla de delincuentes petroleros

José Luis Parada es ingeniero mecánico, egresado de la Universidad de Los Andes en el año 1989. Desde 1990 ingresó a la industria petrolera como técnico regional de hidrocarburos, director general de Fiscalización e Inspección y director principal de Carbozulia.

Asumió el cargo de gerente general de Producción de PDVSA el 24 de marzo de 2014, en sustitución de Kamal El Churiti, cargo que ya había ocupado anteriormente, entre 2007 y 2012. También fue director ejecutivo de Exploración y Producción de Intevep, presidente de PDVSA Servicios Petroleros y director de Bariven, entre otros cargos.

Su prima, Gladys Nubia Parada Mendoza, quien se desempeñaba como directora general de Mercados Internos del Ministerio del Poder Popular de Petróleo y Minería, también fue detenida en esos días por su presunta participación en diversas modalidades delictivas.

PDVSA EL FRAUDE DE LAS GABARRAS DE PERFORACIÓN

Entre los múltiples actos de vandalismo financiero ocurridos en la empresa PDVSA durante los últimos 21 años, destaca —tanto por su magnitud como por la impunidad con la cual fue ejecutado— el fraudulento arrendamiento de gabarras de perforación costa afuera a empresas carentes de credenciales. Nos referimos específicamente al arrendamiento de gabarras de perforación costa afuera llevado a cabo por PDVSA a la empresa Petrosaudí Oil Services entre los años 2009 y 2011, incluyendo una breve descripción de los eventos que antecedieron y condujeron a tal contratación.


Antecedentes: primera gabarra de perforación costa afuera contratada por PDVSA en 2008

Hacia finales de 2008, PDVSA firmó un contrato de arrendamiento por cinco años con la empresa Petromarine, basada en Singapur, por una gabarra de perforación costa afuera llamada Aban Pearl (ver Memoria y Cuenta MENPET 2008, páginas 1005 y 1006).

El valor de este contrato fue de 1.300 millones de dólares, es decir, una tasa diaria de unos 721.000 dólares. Sin embargo, esta gabarra no era propiedad de la empresa Petromarine, sino de la compañía india Aban Offshore Co., la cual declaró haber recibido 385.000 dólares diarios, aproximadamente la mitad de la suma contratada (fuente).

La empresa con la cual PDVSA contrató, Petromarine, había sido registrada en Singapur en agosto de 2008, escasos meses antes de la firma del contrato, y era subsidiaria de una empresa registrada en Panamá bajo el nombre Inversiones Marítimas ISAPECO, con un capital de 10.000 dólares.
Los dueños de esta empresa eran los señores Enoc Martínez y Hidalgo Socorro (fuente). Los señores Martínez y Socorro también poseían una empresa en Maracaibo, Astivenca, la cual era contratista de PDVSA.

Aunque el contrato era por cinco años, la gabarra Aban Pearl se hundió en mayo de 2010, por lo cual el contrato solo duró aproximadamente 17 meses. El pago a la empresa intermediaria Petromarine se calcula en el orden de 200 millones de dólares, incluyendo una factura aparentemente inflada por concepto de movilización de la gabarra.

Los contratistas y gerentes de PDVSA relacionados directamente con este contrato incluyeron a Enoc Martínez, Hidalgo Socorro, Luis Vierma, Ricardo Coronado y Christian Schlaubitz (ver fuente 1 y fuente 2).
Sin embargo, todos los miembros de la junta directiva de esa época, quienes aprobaron el contrato, son —a mi entender— legalmente corresponsables.

Petrosaudí Oil Services arrienda gabarras a PDVSA

La empresa Petrosaudí aparece en escena como consecuencia del hundimiento de la gabarra Aban Pearl.
Esta compañía fue fundada en 2005 por Tarek Essam Ahmad Obaid y Patrick Mahony, junto con un familiar de un jeque de la casa real saudí. Desde su origen, fue una empresa orientada hacia la especulación financiera.

La presencia del familiar de la casa real saudí y el nombre seleccionado —Petrosaudí— les permitió proyectar una aparente relación con la monarquía saudí, la cual era ilusoria.
La empresa carecía tanto de experiencia petrolera como de verdadero capital.

Su entrada a Venezuela se produjo cuando Mahony, experto en finanzas, advirtió que el hundimiento de la Aban Pearl abría la posibilidad de contratar con PDVSA el reemplazo de la unidad.
Al identificar esta oportunidad, Petrosaudí se presentó ante PDVSA como una empresa de servicios petroleros, asegurando tener equipos capaces de reemplazar la plataforma hundida.

Para ganar respaldo político y financiero, alquilaron un lujoso yate por una semana e invitaron a bordo al primer ministro de Malasia, Najib Razak, quien controlaba un fondo de desarrollo malasio llamado 1MDB.
Durante ese encuentro, le vendieron la idea de invertir en el proyecto venezolano.

El fondo 1MDB, controlado por el primer ministro —que luego sería protagonista de un escándalo financiero internacional por el cual Najib Razak está actualmente en prisión—, entregó a Petrosaudí entre 200 y 300 millones de dólares para desarrollar sus proyectos, incluido el de Venezuela.

Petrosaudí envió una carta a Rafael Ramírez, presidente de PDVSA y ministro de Petróleo en ese momento (fuente y fuente adicional), firmada por el miembro de la casa real, príncipe Turki bin Abdullah.
Esa carta daba la impresión de que Petrosaudí contaba con el respaldo del gobierno saudí, lo cual no era cierto.

Petrosaudí no solo convenció al primer ministro de Malasia para obtener el dinero necesario para adquirir equipos de perforación, sino que también engañó a Rafael Ramírez, haciéndole creer que establecía una alianza estratégica con la casa real saudí.

Por lo tanto, sin llevar a cabo la necesaria investigación (due diligence) de Petrosaudí o, peor aún, a sabiendas de que estaba tratando con unos especuladores financieros, Rafael Ramírez decidió promover la negociación con esa empresa para formar una empresa mixta, con mayoría de capital de PDVSA, destinada a adquirir dos gabarras de perforación costa afuera.

Así lo anunció en la prensa, dando a entender —falsamente— que la empresa sería una asociación de Estado a Estado, lo cual era imposible, ya que Petrosaudí no tenía relación formal alguna con el gobierno saudí.

En septiembre de 2010, Petrosaudí utilizó parte del dinero recibido del fondo malasio para adquirir de la empresa Songa Offshore la gabarra Saturn, de unos 20 años de construida, por 260 millones de dólares.
También adquirió por aproximadamente 120 millones de dólares la gabarra Discoverer, de 34 años de antigüedad, perteneciente a la empresa Jasper Investments.

El 25 de noviembre de 2010, en declaraciones publicadas por El Universal (Caracas), Rafael Ramírez anunció que la empresa mixta PDVSA–Petrosaudí proyectaba adquirir dos gabarras de perforación costa afuera, mencionando específicamente las dos gabarras ya adquiridas por Petrosaudí.
Añadió:

“Esta sociedad requerirá de una inversión de 2.500 millones de dólares.”

Sin embargo, las dos gabarras fueron adquiridas por una suma total no mayor de 500 millones de dólares, lo cual ya indicaba la posible existencia de un fraude.

En el sitio web oficial de PDVSA, a finales de 2010, se podía leer lo siguiente:

“En noviembre de 2010 arribó a aguas venezolanas la unidad de perforación Petrosaudí Saturn, embarcación recientemente repotenciada y reacondicionada para la perforación costa afuera. Este equipo reemplaza la plataforma semisumergible Aban Pearl, fortaleciendo así la revolución gasífera de Petróleos de Venezuela Socialista (PDVSA), dirigida principalmente a satisfacer la demanda de gas del mercado interno de nuestro país.

Los buques Petrosaudí Saturn y Petrosaudí Discoverer (este último en operaciones desde 2008) formarán parte de la empresa mixta PDVSA–Petrosaudí, en la que PDVSA tendrá mayoría accionaria, y estarán involucrados en toda la actividad exploratoria relacionada con los proyectos de desarrollo de gas costa afuera: Mariscal Sucre, Plataforma Deltana, La Blanquilla y Golfo de Venezuela.”

La empresa mixta, que sepamos, nunca llegó a formarse, pero sí se formalizó en 2010 un contrato de arrendamiento de ambas gabarras por un período de siete años cada una, a una tasa diaria de arrendamiento de 490.000 dólares (Discoverer) y 485.000 dólares (Saturn), una tasa bastante superior a la del mercado.

La junta directiva de PDVSA aprobó este contrato de arrendamiento por adjudicación directa, basándose en el argumento de que no existía otra oferta válida en el mercado.
El director de Servicios de PDVSA, José Luis Parada, notificó esta decisión al representante de Petrosaudí, David Wells (ver carta mencionada arriba).

Hemos obtenido un borrador del contrato de arrendamiento de las dos gabarras, el cual requería, para su formalización, el envío de 120 millones de dólares de Petrosaudí a PDVSA, dinero cuyo destino final se desconoce.


Lo que dice el borrador del contrato

DISCUSSION DRAFT / SUBJECT TO CONTRACT
Dated December 2009
IMPLEMENTATION AGREEMENT relating to the implementation of Drilling Contract between Petróleos de Venezuela S.A. and [Petrosaudí]

LONDON 3126186 VI (2K)

TABLE OF CONTENTS

  1. Acquisition of Operating Assets

  2. Implementation Payment

  3. Completion

  4. Warranties

  5. Further Assurance

  6. Termination

  7. General

  8. Governing Law

LONDON 3126186 VI (2K)

THIS AGREEMENT (the «Agreement») is made on December 2009 BETWEEN Petróleos de Venezuela S.A., a company organized under the laws of the República Bolivariana de Venezuela, domiciled in the City of Caracas, Capital District, originally organized by Decree No. 1123 dated September 15th, 1975, published in the Official Gazette No. [falta número].

Extracto del borrador del contrato PDVSA–Petrosaudí (traducción y formato ajustado)

770 (“PDVSA”); y (1) [PETROSAUDI], una empresa constituida bajo las leyes de las Islas Caimán, con número de registro [ ], cuya oficina principal se encuentra en [ ] (“PetroSaudi”),

(cada una una “Parte” y conjuntamente las “Partes”).

RECITALES:

(A) PDVSA es parte de un Drilling Contract con Neptune Marine & Drilling PTE Ltd (“Neptune”) (Contrato N° 2007.NMD.DIS.DRL 151.0035) de fecha 25 de octubre de 2007 (el “Contrato de Perforación Existente”).

(B) PetroSaudi tiene la intención de negociar la adquisición de ciertos activos de Neptune, incluyendo la plataforma de perforación Neptune Discoverer y cualquier otro activo que PetroSaudi considere apropiado, a su entera discreción, que le permita asumir obligaciones frente a PDVSA de naturaleza sustancialmente idéntica a las de Neptune bajo el Contrato de Perforación Existente (los “Activos Operativos”).

En o alrededor de la fecha de este Acuerdo, PDVSA y PetroSaudi han celebrado un nuevo contrato de perforación, en la forma establecida en el Anexo A (el “Nuevo Contrato de Perforación”), el cual no entrará en vigor hasta la consumación de ciertas transacciones contempladas en este Acuerdo.

Las Partes desean establecer los términos bajo los cuales el Nuevo Contrato de Perforación podrá entrar en vigor, sujeto, entre otras cosas, a la confirmación de la terminación del Contrato de Perforación Existente.

(C) Se acuerda lo siguiente:


1. Adquisición de los Activos Operativos

PetroSaudi notificará a PDVSA por escrito la finalización de la adquisición de los Activos Operativos tan pronto como sea posible (la “Notificación de Adquisición”).

1.1 La Notificación de Adquisición deberá especificar adicionalmente una fecha y hora para la culminación de los asuntos establecidos en la Cláusula 3 (Finalización) de este Acuerdo (la “Fecha de Finalización”), la cual no deberá exceder de [ ] días después de la fecha de la Notificación de Adquisición.


2. Pago de Implementación

Nota: Se prevén enmiendas limitadas y conformes al Contrato de Perforación Existente (por ejemplo, no se requerirá pago por movilización).

Tras la finalización de la adquisición de los Activos Operativos, pero sujeto a la Cláusula 3 (Finalización), PetroSaudi acuerda pagar a PDVSA la suma de ciento veinte millones de dólares estadounidenses (USD 120.000.000) (el “Pago de Implementación”).

2.1 El Pago de Implementación, si se realiza, será efectuado mediante transferencia electrónica en fondos disponibles de inmediato, denominados en dólares estadounidenses, a la siguiente cuenta bancaria:

  • Banco: [ ]

  • Dirección del banco: [ ]

  • Nombre de la cuenta: [ ]

  • Número de cuenta: [ ]


3. Finalización (Completion)

La obligación de PetroSaudi de realizar el Pago de Implementación a PDVSA, conforme a la Cláusula 2.1 de este Acuerdo, estará condicionada a la recepción de la Notificación de Adquisición y a la entrega, por parte de PDVSA en la Fecha de Finalización, de los siguientes documentos de cierre (“Documentos de Finalización”) a satisfacción de PetroSaudi (a su absoluta discreción):

3.1 (a) Evidencia escrita de que el Contrato de Perforación Existente ha sido definitivamente terminado; y

(b) Evidencia escrita de que ni Neptune ni PDVSA, ni sus respectivas empresas matrices, filiales o subsidiarias (en conjunto, el “Grupo”), tienen derechos, obligaciones, garantías, reclamaciones o responsabilidades vigentes o futuras (conocidas o no) entre sí, o contra PetroSaudi o su Grupo, en relación con el Contrato de Perforación Existente o los Activos Operativos (una “Reclamación”).

Además, deberá presentarse una exoneración y renuncia total (full waiver and indemnity) por parte tanto de PDVSA como de Neptune a favor de PetroSaudi y/o cualquier miembro de su Grupo respecto a cualquier Reclamación.

3.2 En caso de que PetroSaudi quede satisfecha (a su absoluta discreción) con la forma y el contenido de los Documentos de Finalización, efectuará el Pago de Implementación en la Fecha de Finalización, conforme a la Cláusula 2.2 de este Acuerdo.

Tras dicho pago, el Nuevo Contrato de Perforación entrará automáticamente en vigor y será vinculante entre las Partes, de acuerdo con sus términos.


4. Garantías (Warranties)

1. Cada Parte garantiza a la otra Parte, a la fecha de este Acuerdo, que:

(a) Posee pleno derecho, poder y autoridad legal para celebrar este Acuerdo, obligarse por él, ejercer los derechos y cumplir las obligaciones aquí estipuladas; y

(Nota: se incluirá un concepto de “fecha de entrada en vigor” en el Nuevo Contrato de Perforación).


Algunas conclusiones

La duración del contrato, fijada en siete años; la elevada tasa diaria de arrendamiento; la condición defectuosa de los equipos arrendados; su deficiente desempeño; el pago de 130 millones de dólares para “asegurar” la firma del contrato; el sobreprecio de unos 40 millones de dólares en la movilización de la gabarra Discoverer; y la relación casi personal de Petrosaudí Oil Services con tres miembros de la gerencia de PDVSA —todo ello configura, en mi criterio, la semblanza de un fraude de grandes proporciones.

Los tres miembros de la gerencia directamente involucrados en el manejo de este contrato fueron Rafael Ramírez Carreño, Eulogio del Pino y José Luis Parada, aunque, desde el punto de vista estrictamente legal, todos los miembros de la junta directiva de PDVSA en ese momento son solidariamente responsables por la firma del contrato.

Un memo de los gestores del contrato, los hermanos Pantin, dirigido a Petrosaudí Oil Services, indica la participación de ciertos funcionarios de PDVSA en el manejo del acuerdo.
Según ellos (información del Sarawak Report, citado anteriormente):

En el periódico caraqueño El Mundo, el 3 de marzo de 2011, se informó que la Federación de Trabajadores Petroleros exigió a PDVSA evacuar la gabarra Petrosaudí Discoverer, que operaba en las costas del Golfo de Paria, dentro del Proyecto Gasífero Gran Mariscal Sucre, debido a su pobre estado de mantenimiento.

La instancia laboral exigió a PDVSA —y en especial a PDVSA Servicios, dirigida por José Luis Paradaevacuar de manera inmediata a los 103 trabajadores que prestaban servicios en ese taladro, a fin de resguardar su integridad física.

Dicha unidad de perforación operaba sin la certificación internacional otorgada por la American Bureau of Shipping (ABS), una sociedad de clasificación encargada de aprobar el funcionamiento de embarcaciones marinas, incluidas las plataformas offshore.
La ABS ordenó la paralización y reparación inmediata del taladro Petrosaudí Discoverer.

Para 2011, las dos gabarras se encontraban esencialmente fuera de servicio, y PDVSA dejó de pagar.
Petrosaudí presentó una demanda y, en 2017, el Centro de Arbitraje de París dictaminó que PDVSA debía pagar a Petrosaudí International la suma de 390 millones de dólares
(ver documento judicial).

Sin embargo, el gobierno de Estados Unidos introdujo una demanda para bloquear ese pago, alegando que ese dinero forma parte del fraude del fondo de desarrollo 1MDB, por lo cual los fondos le pertenecen a Estados Unidos
(fuente del Departamento de Justicia).

Ver detalles de la situación actual de este arbitraje en:
🔗 Armando.info – El largo camino de este dinero nunca llegará a PDVSA


¡Participe en las actividades de tenis de playa en Aruba!...



Tauro's Esthetic Center. Santa Helena Straat #D, Oranjestad, Aruba. +297 583 7280


Desenmascaran la trama de desfalco, corrupción e impunidad que involucra en Venezuela a Raúl Gorrín y Gustavo Perdomo, cómplices de la extesorera nacional Claudia Diaz Guillén


Los problemas de César Omaña con la justicia de Estados Unidos y de otro también aliado del opositor venezolano Leopoldo López


Por admin

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *