Cuando era Ministro del interior y justicia, Tareck El Aissami habría conocido a una mujer muy bella y de grandes aspiraciones personales, originaria de Caracas. Criada en un humilde apartamento debajo del puente de Palo Verde de la parroquia Petare, hoy ocupa un lujoso apartamento en la zona alta de Altamira, desde donde se traslada a diario por la vía del country club a su oficina que aún tiene en el ministerio de petróleo: asesora especial de proyectos estratégicos.
Años atrás, en los hoteles caraqueños, era tema constante la presencia del ministro del interior Tareck El Aissami, quien entraba y salía frecuentemente en sus encuentros clandestinos con damas caraqueñas. El rostro de la hermosa Elymariel se convirtió en uno de los más vistos, pocos meses después se convirtió en la directora de proyectos especiales del Ministerio de Interior y Justicia, dirección que agrupaba todos los proyectos y por ende los presupuestos, asignaciones y pagos, según La Patilla.
Su influencia fue tal que se abrió una oficina especial en el antedespacho del ministro para la señora Caraballo, que funcionaba al estilo de una alcabala, por ese despacho pasaban todos los pagos de comisión, no solo por proyectos especiales sino por otros conceptos propios de la administración del ministerio. Los cómplices del ministro asesoraban a la doña en lo referente a los laberintos financieros que allanarían el camino a la presidencia de El Aissami, creaban planes desestabilizadores de seguridad ciudadana, con el fin de priorizar la seguridad y el ministerio del interior en la asignación de recursos y mantener al presidente Chávez en una constante zozobra ante la eventual tragedia que vivían los venezolanos (la inseguridad), pero como parte de su plan macabro, era promovida por ellos mismos. El mismo plan que le aplicaron a Maduro, y que lleva hoy a una Venezuela sin gasolina, estaciones de servicio cerradas, sin gas, arcas vacías, barcos fantasmas, cuentas sin cobrar, negociaciones internacionales amañadas, campos petroleros en manos de seudo empresarios que solo producen para sus bolsillos y para su plan presidencial.
Elymariel aprendió rápido el manejo del dinero de su gran asesor Samark López de quien presume en decir que es su protector, “a mí nadie me toca” dice muy segura la señora. El gordo Jesús Méndez llenaba su alcabala de regalos, para que le dejara el raspado de la olla de las sobras de López, mientras tanto la esposa del ministro exigía a gritos la salida de la señora Caraballo del piso 3, despacho del ministro. El director del despacho, Fabricio, compañero de TEA de la ULA, sintiéndose agobiado, desplazado ante los desmanes económicos y de poder de la doña, se sumó al clamor de la esposa del ministro por la salida de Elymariel.
Elymariel Caraballo y Dante Rivas, fueron los responsables del proyecto de digitalización de la cédula en el que se perdieron más de 80 millones de dólares. La trama fue expuesta por el canal UNIVISION en la que se señala a la funcionaria, quien negoció las máquinas de los pasaportes y cédulas en nombre de Tareck El Aissami en Alemania, involucrando a su compinche cubano abogado Ricardo Icaza, empresas alemanas y peruanas. Las comisiones fueron a parar en un banco en República Dominicana y algunos bancos suizos a través de las compañías Sotelo Corp, Bilingsley y Albet Ingeniería y Sistemas, compañía cubana que tiene posesión de toda la data de los venezolanos suministrados por la doña.
Reemplazaron empresas tradicionales del sector por sus aliados, se llevaba un control riguroso de todos los favores realizados, para después ser cobrados. La faja del Orinoco se transformó en un banquete de amigos, Pdvsa industrial y Bariven en negocios familiares, pero lo más sorprendente, se gestionó financiamiento a empresarios latinoamericanos que financiaron campañas de actuales presidentes y que por supuesto ayudarían luego al improvisado candidato presidencial venezolano que se presentaría como un salvador tras el desastre de Maduro.
El plan duró hasta que los cuerpos de inteligencia lo detectaron y comenzó la caída de esta banda criminal.
Los otros proyectos tecnológicos y corrientes eran manejados por su gran protector de hoy el señor López, proyectos que nunca llegaron a ejecutarse.
Basada en su poder es nombrada directora general del SAREN en gaceta oficial 39.985, la nueva misión era jubilar al mayor número posible de funcionarios y convertir esta institución en un bastión poderoso del flamante ministro/presidenciable, colocando nuevos cuadros fieles al proyecto político de TEA que actuarían como células durmientes suministrando información, legalizando los negocios de los compinches y preparando el territorio de su candidato bajo un velo de impunidad.
A su salida del SAREN, ya con una vida de lujos, trabajó silenciosamente en mercados internacionales, diversificando sus carteras y aprendiendo los intríngulis de los más importantes paraísos fiscales del mundo. En este tiempo le asignan la tarea de lavar y potenciar la imagen de TEA ante los empresarios privados, queriéndolo presentar como un gran gerente y una opción diferente y renovadora dentro de chavismo.
Con El Aissami ministro de petróleo, Elymariel Caraballo se convierte en la gran asesora de estrategias de ese ministerio sin tener conocimiento alguno de la materia. Es tal el poder que toma allí que su oficina se convierte en una especie de sala situacional para el plan que derrocaría a Maduro, allí confabuló con algunos sectores de la oposición que hoy callan ante los desmanes del Ex Ministro.
Desde su despacho controlaba todas las estaciones de servicios, que fueron cambiando de dueño con el fin único de controlar la distribución de gasolina a nivel nacional, por eso hoy está desaparecida en Venezuela.
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