Una teoría que está circulando en las redes sociales, vincula al expresidente de la Cruz Roja Venezolana, Mario Villarroel Lander, un controvertido y cuestionado abogado envuelto en polémicas de corrupción judicial, con una supuesta estrategia para legitimar los resultados de las elecciones presidenciales del 28 de julio de 2024 en Venezuela. Según los resultados oficiales emitidos por el Consejo Nacional Electoral (CNE), Nicolás Maduro fue reelecto como mandatario, venciendo al candidato opositor Edmundo González Urrutia. Sin embargo, esta reelección ha sido fuertemente cuestionada por González Urrutia y la líder opositora María Corina Machado, quienes han denunciado fraude electoral.
La teoría menciona que Mario Villarroel, junto a su hijo Morris Villarroel y el magistrado de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), Calixto Ortega, habrían orquestado una estrategia para influir en la decisión del TSJ en favor de Maduro. Estos rumores sugieren que la familia Villarroel, que actualmente reside en Florida, Estados Unidos, ha estado involucrada en la compra de voluntades dentro del TSJ para asegurar que los resultados electorales sean validados, a pesar de las acusaciones de fraude.
El 31 de julio de 2024, Maduro presentó un recurso contencioso electoral ante la Sala Electoral del TSJ, con el objetivo de certificar los resultados de las elecciones. En este contexto, el TSJ solicitó a los candidatos y al CNE la entrega de documentos legales relevantes para llevar a cabo una investigación exhaustiva y ratificar la legitimidad del proceso electoral. Según la teoría que se esparce en las redes, esa maniobra formaría parte de una estrategia más amplia, diseñada por Mario Villarroel y ejecutada en conjunto con Calixto Ortega, para garantizar que Maduro permanezca en el poder, sin importar las acusaciones de irregularidades electorales.
Las acusaciones también incluyen la celebración de la familia Villarroel en su mansión de Coral Gables, Miami, donde supuestamente brindaron con champaña por el éxito de su «asesoría». Además, se alega que la cifra cobrada por los Villarroel por esta operación fue multimillonaria, pagada en criptomonedas manejadas por Morris Villarroel. Este último, según los rumores, se encargaría de manejar los fondos y blanquear las ganancias de esas operaciones ilícitas, actividad por la cual la familia Villarroel ya habría sido investigada en otras ocasiones.
Otros detalles de la presunta operación orquestada por la familia Villarroel y Calixto Ortega
La teoría argumenta que Mario Villarroel, quien ha sido un operador judicial vinculado al chavismo, actuó desde Miami para diseñar una estrategia que permitiera al Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) intervenir en el proceso electoral, enfriando la presentación de las actas emitidas por el Consejo Nacional Electoral (CNE) y validando así los resultados en favor de Nicolás Maduro.
Según esta versión, la operación habría consistido en manipular las cifras y convencer a los magistrados de la Sala Electoral del TSJ a través de sobornos para que retarden y, eventualmente, decidan el recurso contencioso electoral a favor de Maduro. El objetivo sería evitar que la oposición, encabezada por Edmundo González Urrutia y respaldada por María Corina Machado, pretenda impugnar los resultados electorales con las pruebas que, según se explica en las redes, demostrarían una clara victoria de la oposición en las urnas.
La gravedad de tales acusaciones ha generado discusión en Venezuela y en la diáspora venezolana en Miami, avivando las preocupaciones sobre la posible corrupción y manipulación dentro del sistema judicial venezolano, y sobre cómo tales prácticas, en caso de ser ciertas, pudieran influir en la estabilidad política del país.