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Por Jorge Castro

En líneas generales, me gusta escribir con calma, sin prisa, aislado en mi casa y sin perturbaciones, para disfrutar lo que hago. Así es como me gusta cocinar: con calma, tiempo e inspiración. La calidad de lo que comemos está relacionada con el amor y la dedicación que le ponemos a su elaboración.

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Unos años atrás, cuando residíamos en el trópico y mi hijo estaba pequeño, yo era quien cocinaba a diario. A partir de nuestra última mudanza —ahora que vivimos en la montaña, cerca de un glaciar— lo hace mi esposa.

No escribo sobre temas o sucesos cotidianos. No tengo un noticiero. Únicamente lo hago cuando puedo aportar novedades, aspectos o temas exclusivos, o vivencias únicas. No compito con nadie, a pesar de que muchos otros tratan de hacerlo conmigo y de imitarme.

Me gusta que mis trabajos sean el producto de investigaciones que cuenten con respaldos, pruebas o testimonios. Disfruto mucho en aquellos casos donde los corruptos han pagado grandes cantidades de dinero a empresas de “limpieza reputacional” para blanquear su pasado en internet, y quedan convencidos de que todo el material que los expone ha sido borrado. Pero siempre encontramos algo.

Entre los venezolanos es frecuente que, cuando algún facineroso trata de descalificar a un periodista, lo tilda de “extorsionador”, pero nunca presentan alguna prueba que lo demuestre. Ahora inventan que la intención de nuestras denuncias es posicionarlas y después exigir dinero a los afectados para borrar dichas publicaciones. Ese tampoco es nuestro caso. Pueden revisar todas nuestras publicaciones, y permanecen inmutables a lo largo del tiempo.

Ahora bien, personajes como Norbey Marín aseguran que la plataforma 2.0 ya nadie la sigue. Y si a eso le agregamos que —según ellos— nadie nos lee, no entiendo por qué se alborotan tanto cada vez que publicamos algo.

KILÓMETRO

Isaac González Toribio y su nada glorioso papel como “apagafuegos” de ABANCA y el banquero Juan Carlos Escotet en España

¿Qué no se conoce todavía sobre los hechos que desencadenaron la muerte en Florida de Juan Carlos Escotet Alviarez?

Youtuber Norbey Marín señalado de supuesta apropiación de fondos de ONG destinados a inmigrantes venezolanos en Florida

MISÓGINO

Norbey Marín fue el más vehemente defensor del expolio, las ilicitudes y el multimillonario saqueo cometido por Juan Guaidó durante su gestión como presidente interino, en detrimento del Estado venezolano y sus ciudadanos.

Guaidó, miembros de su entorno más íntimo y familiares crearon un fondo de inversiones, con la complicidad del cuestionado banquero prófugo Julio Martín Herrera, donde fueron ocultados cientos de millones de dólares que pudieron haber sido destinados a la diáspora venezolana, a los enfermos, ancianos o a la niñez desprotegida.

Una de las pocas periodistas —en ese momento— que alzó la voz para denunciar lo que estaba sucediendo fue Patricia Poleo. El tiempo le dio la razón.

Pero Marín, respondiendo por el “servicio de protección” que le brindaba a Juan Guaidó, atacó, descalificó, acusó y difamó a la periodista, quien se hizo merecedora en el año 2001 del prestigioso Premio Rey de España de Periodismo, sin que hasta ahora le ofreciera disculpas o al menos admitiera su error.

El pasado lunes, en horas de la noche, por primera vez vi un programa del joven youtuber venezolano Miguel Herrera, conocido popularmente como “Kilómetro”, quien se autodefine como analista político.

Definitivamente, “Kilómetro” es un fenómeno en las RRSS. Ha logrado empatizar con sus millones de seguidores. A su audiencia, constituida en su mayoría por jóvenes venezolanos, le encanta el lenguaje coloquial que emplea para comunicarse y la manera como les explica los temas que son tendencia.

Es evidente que Miguel Herrera carece de estudios superiores universitarios y proviene de un estrato social popular. Simplemente es el reflejo de la juventud venezolana proveniente de cerros y grandes barriadas de las clases trabajadoras, como Caricuao, el 23 de Enero, Propatria, Petare u otros similares. Está claro que no cursó estudios en el San Agustín, San Ignacio o La Salle, como un Henrique Capriles, Leopoldo López o Julio Borges. Tampoco egresó de la UCAB, Metropolitana o Nueva Esparta. Pero le llega a las masas de jóvenes.

Es por eso que muchos no le perdonan su éxito actual, sobre todo aquellos a quienes ha desplazado en favoritismo y protagonismo. Pero no lo subestimen: es muy intuitivo, inteligente, audaz, con una gran capacidad de respuesta inmediata, aprende de sus errores y se asesora cuando no domina un tema.

Casi ha logrado librarse del lastre que le generó un conflicto con Juan Barreto, las andanzas junto a El Conde del Guácharo y Juan Guaidó, y la oposición que en algún momento le hizo a María Corina Machado.

El joven Herrera decidió no participar en la “sampablera” que ha armado Norbey Marín y su “mara” en contra de Oliver Blanco y su esposo Luis Farías, actual presidente de la Cruz Roja Venezolana.

Para ello, Marín cuenta con los servicios de su lugarteniente Wender Villalobos, quien se encarga de armar los escenarios y elucubraciones.

Después de que Norbey Marín lanzó graves acusaciones al garete, insinuando abiertamente que “Kilómetro” había formado parte de los favorecidos con la supuesta repartición de 200 mil dólares que le habría hecho llegar la vicepresidenta Delcy Rodríguez a Oliver Blanco, para presuntamente captar influencers, periodistas y RRSS, con el fin de viralizar graves acusaciones en contra de Marín y sus patrocinantes, los Villarroel Sierralta.

Con su característica soberbia y arrogancia, Marín no se disculpó con “Kilómetro”, sino que “le brindó la oportunidad” de “colocarse del lado correcto de la historia” y “subsanar su error” republicando las difamaciones esparcidas por Norbey Marín.

“Colocarse del lado correcto de la historia” es la frase que ha puesto de moda este año la izquierda española.

Su soberbia me recordó mucho a la del asesor comunicacional del banquero Juan Carlos Escotet, cuando trató de manipularnos y amenazarnos para que borráramos un trabajo de investigación que evidenciaba muchos puntos oscuros en la muerte de un hijo del célebre banquero.

En relación con los señalamientos del orate Wender Enrique Villalobos Padrón, a las pruebas me remito como respuesta:

MARÍA CORINA MACHADO: CÓMPLICE Y PROTECTORA DE LOS CHAVISTAS Y DE LOS LADRONES DE LA OPOSICIÓN. ¡ERES UN GRAN FIASCO!

¿Quién es Wender Villalobos Padrón?: Las mentiras y verdades al descubierto sobre el youtuber de “yo por plata voy durísimo…”

Trama: muerte del hijo de Juan Carlos Escotet:

Falleció trágicamente Juan Carlos Escotet Alviárez, hijo del presidente de Abanca, Juan Carlos Escotet

Revelan imágenes del momento en el que la pretendiente de Juan Carlos Escotet Alviarez fue notificada de la muerte del empresario, quien había intentado salvarla de ahogarse en los Cayos de la Florida

¿Serán acusados en Estados Unidos su prometida y miembros de la tripulación de su yate por negligencia en el caso de la muerte de Juan Carlos Escotet Alviarez?

 

2019: Mientras chavistas y opositores se mataban en las calles por imponer un gobierno, Juan Guaidó se robaba el dinero de la nación y lo ocultaba en un fondo de inversión en complicidad con banqueros, el Cartel de los Soles y los Amos del Valle. (Séptima entrega)

¿En relación con esta otra denuncia, qué dirá en su descargo?

MARIO VILLARROEL

Norbey Marín y los miembros de su organización delictiva han fingido demencia en relación con esta publicación:

🔗 https://x.com/simonovis/status/1985365580166123863?s=52&t=K4kJFzvovdrdUbSdqEN7Gw

¿Será que también lo va a amenazar o inventarle algún delito?

En el fondo, pudiéramos estar frente a un gran show concertado entre las partes aparentemente en conflicto, con la única intención de reposicionar a Marín y permitirle recuperar el protagonismo perdido frente a María Corina Machado, quien, por cierto, no ha opinado nada al respecto.

 


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