En un intento por pulir su imagen pública, el empresario Umberto Petricca, propietario de la Universidad Santa María (USM), ha sido objeto de una cobertura mediática favorable orquestada por el político venezolano Leocenis García. Este último, a través de los medios que controla, ha resaltado la reciente reinauguración del núcleo Amazonas de la USM. Sin embargo, esta maniobra no es más que un espejismo que busca desviar la atención de las prácticas cuestionables de Petricca.
La fachada de la reinauguración
El jueves 29 de febrero se celebró la reactivación del Núcleo de Amazonas de la USM, un evento que, según los medios afines a García, simboliza un avance en el desarrollo educativo y socioeconómico de la región. La ceremonia, realizada en Puerto Ayacucho, contó con la presencia de figuras como Umberto Petricca y su hija Giselle Petricca, quienes mostraron las renovadas instalaciones que incluyen mobiliario nuevo y tecnología avanzada. Se prometió un ambiente propicio para el aprendizaje y el crecimiento de los estudiantes.
Giselle Petricca, Vicerrectora Administrativa de la USM, enfatizó el supuesto impacto benéfico que la reapertura tendría en la comunidad, prometiendo acceso a la educación para jóvenes de todos los rincones de Amazonas, incluyendo a los de origen indígena. Se anunció que la matrícula costaría la mitad de lo que se cobra en la capital y que las carreras de Derecho y Contaduría Pública estarían disponibles en un principio.
Intereses ocultos y manipulación electoral
Sin embargo, surge la interrogante de: ¿Cuál es el verdadero motivo detrás de esta reinauguración? En el pasado, Petricca ha utilizado el núcleo para influir en el electorado a favor de ciertos políticos, como lo hiciera con el exgobernador Bernabé Gutiérrez. Con cada ciclo electoral, Petricca parece recurrir a esta táctica para servir a sus intereses económicos. Además, es conocido que sus empresas, dedicadas a la construcción, vialidad y otros rubros, han florecido en Venezuela gracias a políticos corruptos y a la compra de conciencias.
A pesar de la inversión significativa para rehabilitar el núcleo, que había sido previamente saqueado, y la programación de la reactivación de actividades desde el pasado 4 de marzo, persisten las dudas sobre la integridad de este proyecto. ¿Se repetirá la historia y el núcleo volverá a ser una herramienta para favorecer a algún candidato político en Amazonas?
Resulta irónico que se intente vender esta reinauguración como un compromiso genuino con la educación y el progreso social de la región. Lejos de ser una apuesta desinteresada por el futuro de los jóvenes, todo apunta a que se trata de un burdo pretexto para encubrir los oscuros manejos de Petricca. La verdadera motivación parece ser el beneficio personal y la perpetuación de sus influencias políticas y económicas en detrimento del bienestar colectivo.